espacioseuropeos.com (11/2/2008)
El Consejo de Ministros celebrado el 18 de enero de este año, autorizó la “enajenación de ocho juegos de lanzadores de bombas de aviación para su cesión a las Fuerzas Armadas de Marruecos”. Bajo el eufemismo de “enejenación” se esconde una vergonzosa venta de armas al Reino de Marruecos. Se trata, según la nota del Consejo de Ministros, de “material valorado en 86.848 euros que el Ministerio de Defensa ya ha sustituido por piezas más modernas y que ahora pasarán al país vecino por el precio simbólico de un euro”.

Esta decisión del gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero, “se enmarca en el contexto de colaboración entre ambos países y tiene por objeto fortalecer la especial relación de hermandad existente entre las Fuerzas Armadas de España y Marruecos”.

El sistema cedido a Marruecos es el CLB-30 (Lanzador de Bombas Rompedoras 30), un juego de lanzador de bombas de caída libre con el que están equipados los cazabombarderos Mirage F1 y el Northrop F5. Estos equipos sirven para utilizar bombas de caída libre como el modelo MK-82, uno de los más extendidos, con 250 kilos de peso, de bajo coste económico y por su efectividad bélica.

Todo parece indicar que este “regalo” es una exigencia de Mohamed VI a cambio del regreso del embajador marroquí a Madrid. De esta forma Zapatero apuesta descaradamente por Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental.