Samuel Mbá Mombé (10/2/2008)
Ninguna mente sensata puede dar crédito a la cantidad de despropósitos que Humberto Riochi suelta en sus habituales opúsculos fruto de un desconocimiento total y absoluto de los verdaderos problemas que tiene nuestro país. Tampoco creo que se pueda quedar insensible a esos despropósitos siempre que tienen como objetivo manipular a la opinión pública internacional situando la problemática guineana en un contexto puramente étnico o tribal.

El discurso “político” de Humberto Riochi tiende a crear un clima de crispación, de enfrentamiento y de confrontación entre las diferentes comunidades que conforman la República de Guinea Ecuatorial, que a corto o a largo plazo puede mermar e incluso peligrar la convivencia que debería existir entre todos los guineoecuatorianos.

Sin ánimo de ofender ni sacar méritos a nadie, creo cada uno de los que nos proclamamos actores políticos con la intención de querer reorientar nuestras acciones hacia los derroteros del entendimiento, la concertación y el diálogo debería tomar actitudes responsables a fin de poder ganar la credibilidad y la confianza del pueblo. No podemos permitirnos el lujo a esas alturas de engrosar la cuenta de los problemas si hemos sido hasta ahora incapaces de resolver otros de mayor envergadura nacional como lo es la instauración de la democracia plural y participativa en Guinea Ecuatorial.

El “MAIB” de Humberto Riochi no aporta nada en la evolución política de Guinea Ecuatorial. Hasta los más trasnochados ya se han dado cuenta que los múltiples problemas que azotan a nuestro país: políticos, económicos, sociales y culturales son fruto de la marginación que sufre una abrumadora mayoría de la población de Guinea Ecuatorial indistintamente de que sean de una u otra etnia. Es una mentira colosal las afirmaciones tendenciosas de Riochi como si el pueblo fang es el culpable de todos esos problemas incluido la “tragedia” del pueblo bubi. Por si no lo sabe nuestro compatriota (si es que me lo permite), el régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo está compuesto por todas las etnias y tribus de Guinea Ecuatorial y todos reparten el pastel cada uno a la medida que puede. Hay bubis con mucha influencia en el régimen y no siempre están ahí de monigotes, sino que son en realidad parte de ese régimen y lo defienden a capa y espada.

Yo soy fang de pura cepa, pero llevo casi 33 años (toda una vida) sin poder pisar las tierras que me vieron nacer y donde me aguardan muchos recuerdos de aquella infancia que fue preciosa. Y si digo yo, así tantos miles de fang que pululan por el mundo huyendo la dictadura de Teodoro Obiang Nguema otro fang de pura cepa como lo fue Macías, amén, de los otros miles que malviven en el país aguantando hasta que Dios quiera.

Ante esa clara evidencia, cómo es posible que un “político” como Humberto Riochi pueda caerse tan bajo saliendo a la palestra con un discurso que no concuerda con la realidad del país. Se entiende que el “problema” bubi, así como otros que pueda haber, sólo serán discutibles cuando en Guinea Ecuatorial estén establecidas unas instituciones democráticas que puedan tomar carta en el asunto con independencia total.

En lo que deberíamos ser claros es que la integridad territorial de Guinea Ecuatorial es innegociable. Dicho esto (espero que la gente respete esa opinión como yo respeto la de los que en activo o en pasivo reclaman la separación), los territorios que hoy en día conforman el Estado guineano son inseparables. La historia nos ha condenado a vivir juntos y ese veredicto no fue dictado por los fang sino por la propia historia. Estamos ante un desafío: la democratización de Guinea Ecuatorial.

Dejemos de hablar de banalidades y centrar nuestros discursos en los temas de interés nacional. En Guinea Ecuatorial nunca ha habido guerras fratricidas y no inventemos cosas que después no seríamos capaces de afrontar. En el pasado, en la región continental (y me imagino también en la isla) hubo guerras tribales y de esas nadie se acuerda hoy en día. El etnocentrismo que predica Humberto Riochi puede ser arma de doble filo.

¿Se ha preguntado si sus alegaciones encuentran el consentimiento de todo el pueblo bubi?, que como he dicho arriba, algunos de sus elites han formado y forman parte de la oligarquía que malgobierna nuestro país.

Los políticos guineanos deben aprender ya de hablar de los problemas del país en su conjunto y evitar los sectarismos que al final nos conducirían a practicar la política del sálvese quien pueda cerrando así a priori cualquier posibilidad de diálogo que tanto nos hace falta.

Como político nunca hablo en nombre del pueblo fang, ni de mi tribu, ni de mi región porque para hablar de ellos debo tener su consentimiento. Hablo en nombre del pueblo de Guinea Ecuatorial en su conjunto porque todos somos parte de él. Guinea Ecuatorial no es de nadie sino de todos nosotros y a nadie se le permitirá crear la confrontación entre sus hijos por satisfacer sus propias apetencias o por intereses oscuros.

Ya tenemos bastante con la política de exclusión del régimen en plaza.

Si la política para algunos es un acto de diversión mejor que dejen tranquilo a los que sí intentan poner en marcha mecanismos y estrategias que nos permitan con responsabilidad afrontar el futuro con optimismo.

Félix Esono Mbá, el chaval acribillado a balazos el 17 de septiembre de 1995 en el poblado de Miboman-Ebebiyín fue mi sobrinito, la quinta víctima en mi familia en las dos dictaduras, amen de los cientos de miembros de mi tribu Ncodjueñ que se encuentran en las cárceles de la dictadura. A pesar de esa tragedia familiar siempre he hablado de las víctimas de la dictadura independientemente de que si son fang, de mi familia, tribu o no. Este es el espíritu de SOLIDARIDAD que debería reinar entre todos. Lo contrario es no hacer nada y predicar el vacío.

N. de la R.
Por razones obvias, este artículo, cuyo autor es Samuel Mbá Mombé (doctor en Medicina), no se pudo publicar antes, pero debido a su interés lo hacemos ahora.