espacioseuropeos.com (27/2/2008)
La invasión por parte de Turquía, con más de diez mil soldados, del norte de Irak sigue generando controversias. Ahora, el gobierno iraquí ha pedido a Bush que presione a Turquía para que paralice su ofensiva contra el norte de Irak, que comenzó hace seis días, tras intensos bombardeos de la aviación turca.

El gobierno turco alega en su defensa, que la invasión se llevó a cabo sólo y exclusivamente contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), ya que este grupo utiliza el norte de Irak “como una base para lanzar ataques dentro del territorio turco”.

Ha sido el diario estadounidense “Wall Street Journal” el que ha informado que el gobierno turco comunicó a la Casa Blanca acerca de los planes de invasión, antes de iniciar la invasión. El diario menciona que incluso hubo una “conversación personal entre el Presidente Bush y el Primer Ministro turco, Tayyip Erdogan.

Ya vemos como se las gasta el Ejército turco; quizás es que no han asimilado eso de la “Alianza de Civilizaciones”. Sobre todo, porque cuenta para esas andanzas guerreras con el beneplácito de la Administración de George W. Bush y el silencio o “palmadita en la espalda” de Javier Solana en representación de la política exterior de la Unión Europea.