P. O. (Corresponsal en Guinea Ecuatorial)

(28/3/2008)

El viernes pasado, en la provincia de Niefang, en Bata, todos los ciudadanos de la zona fueron obligados a manifestarse en un acto organizado por el Gobierno de la República de Guinea Ecuatorial. No fue ni mucho menos un acto espontáneo, ni puesto en práctica por el partido del Gobierno, el PDGE, como se ha pretendido hacer creer.

La manifestación tenía un único objetivo: mostrar el rechazo a Severo Moto de los habitantes de la provincia que le vio nacer, Akoc-Esawong, a unos 7 kilómetros de Niefang.

El aparato de poder de Teodoro Obiang Nguema (militares, policía, seguridad, PDGE, Gobierno, etc.) se dedicó a amenazar a los habitantes de la zona, para que nadie faltase a esa manifestación. Incluso, desde otras partes del Continente llegaron gentes para que el acto fuera masivo. Obiang está obsesionado con Severo Moto y quiere mostrar a la «comunidad internacional» que el pueblo de Guinea Ecuatorial rechaza su figura.

Atanasio Ela Ntugu, ministro de  Minas y Energía, presida la forzada manifestación. A él le tocó ese duro trance, pues es oriundo de la zona. Le acompañaban entre otros, Alberto Sima, vicepresidente del PDGE, y Anselmo Ondó, responsable del Comité de Seguimiento en Niefang del partido de Obiang.

Los insultos y acusaciones contra Severo Moto, fueron de todos los calibres. Él es el culpable de todos los males que nos asolan a los ecuatoguineanos; él pretende provocar un baño de sangre entre nosotros, fueron algunos de los mensajes metistofélicos que la dictadura quiere que se graben en la mente de sus súbditos. Pero, especialmente,  fue una manifestación de cara a la «comunidad internacional».

Un acto, el del pasado viernes, que aquí muchos vemos como el inicio del final…