Eugenio Gracián (31/3/2008)

Desde el día 9 de marzo, el país, o sea España, andaba más que inquieto; los ciudadanos se encontraban nerviosos, como si las cosas no funcionasen; como si les faltara algo. Una especie de depresión colectiva agitaba a los moradores de nuestra España. ¡Mariano Rajoy no dice ni «mu»!. ¿Qué pasa?

Todos estaban, como digo, invadidos por el desasosiego; intranquilos, especialmente eso que llaman feudianamente, el «aparato» del partido, especialmente, los «barones». Y no digamos los de la «Cadena COPE» y el diario «El Mundo»!. Esos, más inquietos todavía. Aunque ellos, radio y periódico, seguirán apostandlo por otro caballo ganador, como llevan haciendo desde el 10 de marzo de este año. Pero, de momento, el de Pontevedra, manda. O sea, Mariano Rajoy Brey.

Tras tenernos en ascuas veintidós días, al fin Mariano ha hablado…

En un lujoso hotel se reunieron los casi 500 miembros de la Junta Directiva del Partido Popular. Allí Rajoy se dirigió a los asistentes. Todo el país pendiente de este evento, y resulta que lo único que nos ha ofrecido Mariano Rajoy ha sido decirnos que ha elegido a Soraya Sáenz de Santamaría como Portavoz en el Congreso de los Diputados, y a Pío García Escudero, para el mismo cargo, pero en el Senado.

Soraya Sáenz de Santamaría, hasta ahora secretaria ejecutiva de Política Autonómica y Local del PP, últimamente mano derecha de Rajoy, empieza a ejercer en esta legislatura como flamante Portavoz de los populares. Voy a trabajar «en cuerpo y alma»  ha dicho Soraya.

Hoy también se ha conocido que el PP celebrará el XVI Congreso Nacional del 20 al 22 de junio, en Valencia, presidido por Ramón Luis Valcárcel, presidente de la Comunidad de Murcia. Hay que dar cancha a las «autonomías del partido».

Ángel Acebes se mantiene de momento en la Secretaria General,  una secretaría últimamente muda. Con Eduardo Zaplana, que a pesar de haber dimitido como Portavoz, ha tenido estos días que batirse el cobre con José Blanco, negándose a ceder algunos de los puestos que le corresponden en el Congreso y Senado a partidos nacionalistas, queda abierta la veda en pos de las sustituciones. A él le seguirán con seguridad otros muchos. ¡Limpieza étnica en el PP!

Rajoy ha propuesto a Soraya porque tiene  «preparación, conocimientos, experiencia, porque trabaja y porque tiene mucho empuje e ilusión, que es muy importante ahora». ¡Hombre, don Mariano!, la verdad es que Soraya Sáenz de Santamaría huele a moqueta, a colegio de pago, a estar sobrealimentada y a ser heredera de poder. De ella no conocemos un escrito, una idea, un liderazgo…

No sabemos qué piensa de la invasión de Irak, desconocemos su posición sobre la cuestión de que nuestras Fuerzas Armadas estén presentes en El Líbano, Afganistán o Kosovo. Desconocemos sus propuestas para ilusionar a la ciudadanía de este país. Y desconocemos su capacidad para enfrentarse a los depredadores nacionalistas…

En su favor, casi todos aluden a su capacidad de diálogo, aparte de su conocimiento del Derecho, pero si una de las guindas que adornan su historial político es que ella y Alfonso Perales (PSOE) lograron que el PP y el PSOE pactaran la aprobación del Estatuto de Andalucía en el Congreso de los Diputados, pues apañados estamos…

En definitiva, no sabemos nada de nada de ella. Sólo se nos refriega por la nariz que es Abogada del Estado. Y, ¿qué…?

Me cuentan que nada más terminar la macro reunión de hoy, la «de los 500», las caras de los llamados barones no reflejaban, que se diga, ilusión, ni placer…

A Mariano Rajoy se le avecina una etapa más que convulsa. Nada que ver con su pasado en Galicia, en la Diputación de Pontevedra, bregando con el difunto José Cuiña y acólitos. Aquí, en el foro, se le plantea ya una crisis importante ¿Cómo parar las ambiciones de Esperanza Aguirre y de Alberto Ruiz-Gallardón, por ejemplo?

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