espacioseuropeos.com (19/4/2008)

El Frente Polisario pidió el jueves pasado en Londres que se cree un calendario preciso para organizar un referéndum en el Sáhara Occidental, «poniendo en guardia contra todo retraso que pueda dar más tiempo al estado ocupante (Marruecos) para consolidar su plan de anexión del Sáhara Occidental», según manifestó en un artículo publicado en la edición europea del «Wall Street Journal», Mhamed Jadad, dirigente del Polisario.

Mhamed Jadad, coordinador del Polisario ante la MINURSO, estimó que «para que la renovación del mandato de la MINURSO no siga sirviendo a los intereses marroquíes, es indispensable ensanchar las prerrogativas de esta misión, en espera de que se organice un referéndum».

En el mencionado artículo, Jadad considera que debe atribuirse a la MINURSO el papel de «velar por el respeto de los Derechos Humanos y de elaborar un calendario para que se organice un referéndum justo y equitativo, para dar al pueblo saharaui la oportunidad decidir sobre su porvenir, de acuerdo con las decisiones de la ONU».

Mhamed Jadad, miembro de la delegación saharaui que ha participado en las negociaciones con Marruecos en Manhasset, afirma que la MINURSO básicamente «formaba parte del acuerdo de alto el fuego entre el Gobierno marroquí y el Polisario, decidido en 1991», y que su misión consistía esencialmente, en «supervisar un corto período de transición que debería desembocar en que se organice un referéndum en el Sáhara Occidental, lo que permitiría a los electores saharauis escoger entre la anexión a Marruecos, la autonomía bajo jurisdicción marroquí o la independencia total».

Sin embargo, la misión de la MINURSO, cuyo mandato estaba «limitado en el tiempo», consistía en organizar un referéndum y que dura desde hace 17 años, ha estado marcada por varias interrupciones a causa de las diferencias sobre el tipo de electorado que debía tomar parte en este referéndum, hechos que se inscriben en el marco de las maniobras marroquíes encaminadas a retrasar el proceso del referéndum.

Durante este período, afirma Mhamed Jadad, Marruecos ha procurado que se consolide su «plan de anexión ilegal del Sáhara Occidental» y se ha transformado en «aliado de Estados Unidos en su lucha contra el terrorismo, con el fin de explotarlo para intensificar los actos de represión contra el pueblo saharaui».

El reino de Marruecos se ha beneficiado también del apoyo de Francia, que «quiere mantener algunas zonas de influencia en el Magreb apoyando a Rabat», indica Jadad. Esta situación, ha permitido a Marruecos hacer que el asunto del Sáhara sea «un simple tema de debate» en la ONU que así habrá permitido a Marruecos «rechazar los acuerdos, burlarse de todos sus compromisos anteriores y tomar las decisiones y esfuerzos de la ONU a la ligera».

El responsable saharaui ha prevenido contra los intentos encaminados a

Imponer una «autonomía» al pueblo saharaui sin referéndum, lo que, ha dicho, sería «una violación directa, no sólo de la ONU y del modelo de descolonización sino también de los fundamentos del Derecho Internacional». Para Jadad, «el fondo del asunto es que el Sáhara Occidental nunca jamás ha sido reconocido como formando parte de Marruecos, de un país o de una instancia internacional (…) esta posición está confirmada por el parecer consultivo promulgado por el Tribunal Internacional de Justicia, lo que prueba que las reivindicaciones marroquíes están injustificadas desde el punto de vista del Derecho Internacional».

Por otra parte, Mhamed Jadad ha indicado que la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) «está reconocida por 80 países y es miembro fundador de la Unión Africana» y que, por consiguiente, sería «ilógico» avanzar esas llamadas «disposiciones de autonomía» que serían aplicadas en «una región ocupada de forma ilegítima, cuyo funcionamiento político y sus infraestructuras socioeconómicas son independientes del ocupante».

El artículo de Mhamed Jadad ha sido difundido por la Agencia de Noticias Saharaui, SPS, reiterando que el apego del Polisario al plan de paz apoyado en 1991 por la ONU y aprobado por Marruecos y el Frente Polisario, que prevé la celebración del referéndum «ya que es la última etapa del proceso». De esa forma, la ONU debe garantizar, a través de la MINURSO, que «Marruecos cumpla sus precedentes compromisos», indicando que el no respetar esos compromisos constituiría «una victoria del oportunismo político y no una solución duradera en nombre de la buena gobernancia y de la democracia».