casa-de-la-palabraAbaha (1/4/2008)
El régimen de Guinea Ecuatorial está viviendo sus últimos días. Ya nadie duda de ello. Las informaciones que nos llegan procedentes de nuestras propias fuentes se unen a las muy sensatas y bien documentadas crónicas  de Mbo Oba,
además de las que el Gobierno en el Exilio, presidido por Severo Moto, aporta. No faltan tampoco los «comunicados» de la UDDS de Aquilino Nguema. Sin embargo, notamos en falta las críticas del MAIB y FDR, grupos que siempre han mostrado su beligerancia con la dictadura de Guinea Ecuatorial.

Parece confirmarse que hay una decena de militares muertos y varios heridos entre los miembros de un cuerpo de  la Seguridad presidencial, con motivo de los incidentes armados habidos en Malabo. De acuerdo con los datos aportados por Mbo Oba, los graves sucesos comenzaron en la «barrera» militar de Musola «entre un grupo de jóvenes del cuerpo de élite de intervención especial, que han sido formados y están dirigidos por instructores o mercenarios Israelíes, y militares de cuerpo regular del ejército de tierra».

El balance entre muertos y heridos «es provisional, ya que, según las fuentes, algunos militares se han adentrado en el bosque, unos heridos de gravedad, otros por miedo a las represalias del cuerpo de élite», según una de las crónicas de Mbo Oba. Pero, todas las fuentes coinciden en que el balance, aunque provisional, se acerca a nueve soldados muertos y una veintena de heridos de ese cuerpo de élite.

La tensión que se palpa en el ambiente es más que evidente. Las clínicas privadas y el llamado hospital de Malabo están fuertemente custodiadas, aunque otras fuentes aluden que lo que se ve por la ciudad son grupos de militares y de la seguridad presidencial, unos en busca de otros. Todos coinciden, asimismo, en la ausencia de jefes militares en la calle. El descontrol y la evidencia se adueñan poco a poco de la ciudad.

Lo que si parece evidente es que los «instructores israelitas» están campando a sus anchas y con mando, desarmando a militares que marchaban hacia el cuartel de la Seguridad presidencial con ánimo de vengarse.

Pero estos graves enfrentamientos no son los únicos que asolan el país. Hace pocos días murieron dos cooperantes o trabajadores de nacionalidad china y otros 50 resultaron heridos, a raíz -según una de las crónicas de Mbo Oba– de los graves incidentes «de escándalo público protagonizado por cooperantes chinos en Mongomo el pasado martes día 25 de marzo», apostilla también en una nota de prensa la UDDS.

Otras fuentes, entre ellas el Gobierno en el Exilio y Mbo Oba, mantienen que no son cooperantes chinos, sino trabajadores de esa nacionalidad contratados en su país, que se han visto en la necesidad de convocar protestas debido a sus pésimas condiciones de trabajo. En cualquier caso, se evidencia una vez más la incapacidad del régimen dictatorial de Teodoro Obiang Nguema por hacer de Guinea Ecuatorial un país medianamente democrático donde no tengan cabida injusticias de ese tipo.

Por otro lado, nos informan que el SIGE (Servicio de Información de Guinea Ecuatorial), que creó no hace mucho el Gobierno en el Exilio está extendiendo sus redes dentro de Guinea Ecuatorial. Esta iniciativa de Severo Moto y su vicepresidente, Armengol Engonga preocupa seriamente al dictador Teodoro Obiang Nguema.

«O lo entierras tu o lo hacemos nosotros»
Esta bestial respuesta la dio el Primer Ministro de Guinea Ecuatorial, Ricardo Mangue Obama Nfube, a la mujer de Saturnino Ncogo Mbomio, cuando le entregaron el cadáver de su esposo totalmente destrozado por las torturas. Por cierto, que la muerte de Saturnino Ncogo Mbomio no ha sido la única debido a esa infundada acusación de tener armas en su domicilio, ya que la madre del socio o compañero de éste en el puesto que tenían en el mercado de Bata, dedicado a la compra-venta de chatarra, falleció de un infarto al enterarse que su hijo había sido detenido también.

La prensa británica tan empeñada en seguir de cerca el caso de  Simon Mann y de Mark Thatcher debería prestar más atención a los graves incidentes que se están produciendo entre distintos cuerpos de seguridad y militares en el dictatorial régimen de Obiang Nguema, así como investigar las muertes recientes de ciudadanos guineanos acusados de intentos de derrocar a la dictadura.

Menos mal que nos llegan noticias de que directivos de la empresa CPT (Compañía de Productos Tropicales S.A.), que fueron agredidos en Bata por miembros del PDGE y la Seguridad, a la vez que tuvieron que padecer el expolio de los bienes de su compañía, se han puesto en contacto con medios de comunicación británicos, suizos y alemanes,  para exponer su caso, ya que, lamentablemente, en España no han encontrado el suficiente eco. De esta manera, la ciudadanía de la Unión Europea podrá comprobar como el Gobierno de España desatiende las justas reclamaciones de españoles expoliados en Guinea Ecuatorial, sin que el Gobierno de la República de Guinea Ecuatorial y el de España se responsabilicen de ello.

Por otro lado, desde esa misma compañía, nos informan que se ha entregado a esos medios de comunicación, una primer información acerca del Fiscal General de Guinea, José Oló Obono, en la que esta empresa le reclama una cantidad de dinero que le entregó en el año 1999 para abonar unas tasas judiciales en el Tesoro Público y hasta el presente el Fiscal, entonces abogado de la citada empresa, no ha contestado a las numerosos requerimientos que le ha hecho la empresa CPT. Curiosamente, todas las misivas, escritos notariales y demás, fueron enviados al señor Oló a través del ministerio de Asuntos Exteriores de España, en la etapa del señor Moratinos, pero éste y su ministerio, permanecen sordos, mudos y ciegos en este y en otros muchos casos…

Que el Espíritu nos proteja y actúe con justicia…