espacioseuropeos.com (24/6/2008)
El pasado 21 de este mes, un avión nodriza de la Fuerza Aérea estadounidense, con base en «Manas», en Bishkek, en la República de Kirguizistán, arrojó 31 toneladas de combustible sobre el territorio de esa república. Al parecer, según informa RIA Novosti, la maniobra  fue para  evitar consecuencias más graves.

La tripulación militar estadounidense, ante una situación de emergencia, tuvo que desprenderse de ese combustible debido a un cambio «repentino de la presión en el sistema del avión«, que provocó una gran humareda y un fuerte olor que penetraron en la cabina, de acuerdo con la información facilitada por los responsables de la base militar.

Ante la gravedad de avería, la tripulación decidió arrojar el combustible a tierra para reducir el peso del avión y poder aterrizar con mayor seguridad.

El combustible se arrojó desde una altura de 7.300 metros, pero de acuerdo con la información transmitida por el responsable militar estadounidense de la base de «Manas», se evaporó totalmente antes de tocar tierra.

Según informa la agencia rusa de noticias, no es la primera vez que aviones de Estados Unidos, con base en la República de Kirguizistán, arrojan combustible ante situaciones de emergencia similar a la que tuvo lugar el 21 de este mes.

El Ejército de Estados Unidos se encuentra en la República de Kirguizistán por mandato de la ONU, en el marco de la operación antiterrorista en Afganistán.

 

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