Eugenio Pordomingo (22/8/2008)
Estos días, los medios de comunicación de medio mundo, especialmente los españoles, se han prodigado en «meternos por los ojos»,  que los talibanes mataron a diez soldados franceses en Kabul (Afganistán). Titulares como «Los talibanes sembraron el luto este martes en las filas del Ejército francés, al cobrarse las vidas de diez soldados y dejar heridos a 21» o «No fue un atentado con coche bomba ni obra de un kamikaze, sino una operación militar de gran envergadura perfectamente planificada», han contribuido a mostrarnos al «talibán» como un Ejército en toda regla.

Datos sobre la perfecta planificación del ataque, tipo y características del armamento empleado, posiciones estratégicas escogidas por el terrorismo talibán, han inundado las páginas de diarios, cubierto las ondas de radios y los espacios en televisión.

El ataque contra la columna formada por soldados afganos, estadounidenses y franceses (recién llegados a la zona) fue «muy hostil», de acuerdo con las manifestaciones del ministro galo de Defensa, Hervé Morin.

El ataque talibán se desencadenó contra la columna «aliada», que se vio obligada a solicitar -algo habitual-  apoyo aéreo. La llegada de la ayuda se hizo interminable. Los combates fueron  «duros e intensos», y duraron más de cinco interminables horas.

Pasado ese tiempo, con el apoyo aéreo, las tropas aliadas pudieron ser rescatadas. Pero el balance fue trágico: diez soldados franceses fallecieron y 21 resultaron heridos de gravedad.

Nicolas Sarkozy,  muy cuestionado últimamente por su decisión de enviar 700 soldados más a Afganistán, viajó precipitadamente esa misma noche a Kabul. El presidente francés reconocía a través de un comunicado que «Francia ha sido duramente golpeada», no obstante se reafirmó en su determinación de continuar «la lucha contra el terrorismo, por la democracia y por la libertad».

Pero lo obvio es que dos de cada tres franceses están en contra de esta medida presidencial; y que no son pocos los oficiales galos que no «ven clara» esta participación militar francesa.

Pero hete aquí, que el diario francés «Le Monde» informaba ayer que fue «fuego amigo», procedente  de un avión de la OTAN, el causante de la muerte de los diez soldados franceses.

Según Democracy Now, «soldados franceses declararon al periódico que luego de haber sido emboscados por combatientes talibanes, pidieron respaldo. Después de una hora de espera, llegaron los aviones de la OTAN, pero por accidente erraron el blanco y les dieron (sic) a las tropas francesas».

Un funcionario de la OTAN -continúa el mismo medio de comunicación- declaró el miércoles pasado lo siguiente: «Somos conscientes de los informes de prensa y por tanto debemos investigar lo que sucedió».

 Para mi no hay duda. ¿La tienen ustedes?