Abaha (5/8/2008)
«La mortalidad infantil en Guinea Ecuatorial se reduciría en un 25 por ciento si los niños se lavasen las manos tres veces al día», ha asegurado un tal Eduardo Rodríguez, representante de UNICEF en Guinea Ecuatorial…

Tras un esfuerzo cerebral descomunal, el señor Rodríguez, no sabemos si es español, argentino, chileno o…, ha explicado en el pabellón El Faro de la Exposición Internacional de Zaragoza, el programa que lleva adelante UNICEF  en Guinea Ecuatorial, con el que este organismo pretende conseguir que los niños guineanos se laven las manos, «un comportamiento que reduciría la alta mortalidad infantil».

Ya sabemos que al año mueren miles de niños en el mundo a causa de diarreas, por carencia de aguas saludables. Lo sabemos, señor Rodríguez; como sabemos que el agua, además de un elemento vital, es una pieza clave para el desarrollo de un país, porque muchos niños no van a la escuela ya que, antes de asistir a clase, tienen la obligación familiar de ir a buscar agua por lo que cuando llegan al colegio están agotados, como usted ha afirmado.

Lo sabemos, señor Rodríguez; lo sabemos…

«Además, las escuelas no tienen agua potable, lo que hace que tampoco dispongan de letrinas por lo que los alumnos deben salir a la selva a hacer sus necesidades, lo que, ha señalado, es peligroso porque pueden sufrir el ataque de un animal». Lo sabemos también, señor Rodríguez

Mire usted, señor Rodríguez, creemos que es menos peligroso que una víbora cornuda, le pegue un mordisquillo al «pirulí» de un niño, que no pasará, a que le diga su madre -la del niño-, que su papa no va a llegar a casa porque ha muerto torturado; o que su hermanita -la del niño-, ha muerto de paludismo porque no tenían dinero para suministrarle antipalúdicos. O, que la otra hermanita, la mayor -la del niño-, ha contraído sida porque un funcionario «blanco» o un negro poderoso, le han obligado a ciertas prácticas, sin los profilácticos adecuados, de boca o de pene.

Nos gustaría saber, señor Rodríguez,  cuál es su salario actual por trabajar en UNICEF en Guinea Ecuatorial;  quién le ha pagado el viaje a Zaragoza, su alojamiento y manutención;  y muchas otras cosas más. Entre otras, si mantiene buenas o malas relaciones con el «clan» que desgobierna en Guinea Ecuatorial.

Bueno, señor Rodríguez, sólo esperar que UNICEF le releve del cargo, que no mande a nadie más a Guinea Ecuatorial y que, Dios ampare a los niños y niñas del nuevo país al que le destinen.

¡Señor!, con lo poco que cuesta dar felicidad al pueblo guineano. Con menos de un euro se soluciona todo…  

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