B. P. (17/8/2008)
La guerra (recuerdos, material, munición, haberes, ascensos, medallas, uniformes, convbolutos, fondo de reptiles, etc.) es que se lo lleva todo. Si el dinero que se dedica al «arte de la guerra» se emplease en educación, sanidad y alimentos, ya no habría conflicto alguno. Pero, ya se sabe, el hombre nace con dolor, tiene que estar produciendo dolor durante su existencia y muere -sin ayuda del doctor Montes– con dolor. La verdad, que es una auténtica maldición.

Al Gobierno de España, el de ahora, el de la «palabra» como arma, el del diálogo, el que tanto criticaba a Aznar por apoyar mediáticamente a Bush en la invasión de Irak, nos muestra su verdadera faz en todo lo que toca.

El Consejo de Ministros del pasado día 25 de julio, autorizó «la aplicación del Fondo de Contingencia, por importe de 616.810.979,37 euros, para financiar las siguientes actuaciones: 438.585 euros de incorporación del remanente de crédito, procedente del pasado año, para sufragar toda clase de gastos derivados de las propuestas de la Comisión Interministerial para el estudio de la situación de las víctimas de la Guerra Civil y del Franquismo (…)  Y otros 22.839,22 euros más correspondientes al «1 por 100 cultural, según lo dispuesto en la Ley del Patrimonio Histórico Español y en el Real Decreto de 2002 de desarrollo parcial de la misma».

De acuerdo con la misma referencia, el Gobierno destina  otros «618,8 millones de euros destinados al fondo de contingencia» para modificaciones de créditos para «sufragar toda clase de gastos derivados de las propuestas de la Comisión Interministerial para el estudio de la situación de las víctimas de la Guerra Civil y del Franquismo».

Con la frasecita de «toda clase de gastos», puede abrirse la espita del gasto incontrolado. Pero, la partida más importante, 616.349.282,15 de euros, se dedica a la ampliación del crédito «para atender los gastos ocasionados por la participación de las Fuerzas Armadas Españolas en las operaciones de paz de los Balcanes, Afganistán, Líbano, Observadores ONU y otras operaciones».

Si caro nos está saliendo el reiterar el recuerdo de la Guerra Civil y del Franquismo, no digamos esto de las «operaciones de paz en los Balcanes, Afganistán, Líbano y otras operaciones».