espacioseuropeos.com (4/8/2008)
Nos toman el pelo como borregos. Todos sabían que el terrorista Iñaki de Juana Chaos saldría de la cárcel y que no iban a hacer nada por evitarlo. Se le han reducido penas de cárcel a pesar de que se ha conocido que falsificó documentación sobre estudios realizados; pero no pasa nada. ¿Quizás estaba todo escrito en el guión? El guión de la sumisión al nacionalismo y al separatismo. Ahora viene el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, manifestando su malestar de esta guisa: «Si De Juana no aprende a vivir en sociedad, el peso de la ley caerá sobre él».

El diputado del PP, Federico Trillo, pidió al Gobierno una «reflexión conjunta  para llegar a una reforma consensuada» del Código Penal, en lo que se refiere a l «victimología» y las penas para delitos de terrorismo y pederastia. Pero de ahí no ha pasado el PP.

A todos les «repugna» la salida de la cárcel de Iñaki de Juana Chaos, pero hacer, lo que se dice hacer, nadie con poder para ello ha hecho nada. Las alusiones al «embargo» de su vivienda no han pasado más que de pura palabrería.

Pero, el terrorista ha salido de la cárcel. Y lo ha hecho con una sonrisa en los labios: «Soy una víctima del estado de excepción creado por España», ha dicho a la vez que denuncia la «presión» que sufre él y su familia.

Por causas desconocidas -quizá bajo recomendación gubernamental-  De Juana no se ha presentado al lugar donde iba a tener lugar un recibimiento que le habían organizado movimientos pro-amnistía en San Sebastián. Los motivos han sido debidos a problemas de «seguridad» y de «salud», así como para evitar el «circo mediático» que -según el terrorista-, se ha desplegado alrededor de  su persona.

No obstante, De Juana envió una carta a los congregados en la calle Juan de Bilbao de la Parte Vieja de la capital guipuzcoana, donde le esperaban unos centenares de simpatizantes de la causa etarra. Los organizadores han impedido que los medios de comunicación asistieran al acto.

Iñaki de Juana Chaos fue condenado a más de 3.000 años por asesinar a 25 personas en diversos atentados, pero apenas ha cumplido 21 años. Ahora vivirá en total libertad, bajo escolta policial, cerca de algunos de los familiares de sus víctimas.

Un éxito de este Estado Democrático y, no lo olvidemos, de la pasividad del pueblo español…