espacioseuropeos.com (8/9/2008)
Rusia está respondiendo a la campaña mediática de EE. UU., la UE y la OTAN. Así, el pasado viernes -con la intención de demostrar que fue el gobierno de Georgia el que inició las hostilidades contra Osetia del Sur-, parlamentarios de Ucrania, República Checa, Bulgaria, Letonia y Moldavia, así como representantes de diversas ONG de Eslovaquia, Armenia, Francia y EE. UU., visitaron Tsjinvali.

Esta delegación -según informa RIA Novosti-, tenía por objeto confirmar que la agresión a Osetia del Sur partió de Georgia. Un parlamentario ucraniano (Gordienko) «pidió a los medios de prensa a dar la cobertura informativa objetiva de los sucesos en Osetia del Sur y deploró la información tendenciosa, divulgada por la televisión de Ucrania».

El parlamentario ucraniano fue contundente: «El hecho del genocidio es incuestionable y estos crímenes no tienen plazos de prescripción. Los que dieron órdenes deben ser llevados a los tribunales».

Dentro de esta campaña de respuesta a la iniciada por Estados Unidos, el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, declaró el mismo día que «las presiones políticas sobre su país no surtirán el efecto deseado». Asimismo, Medvédev destacó que su país no desea la confrontación, sino que está dispuesto a «desarrollar las relaciones equitativas y cordiales, basadas en las normas de Derecho Internacional».

Por otro lado, Moscú ha mostrado su «profunda satisfacción por la decisión de Nicaragua de reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjasia», mientras espera que otros países secunden esta decisión.