espacioseuropeos.com (15/10/2008)
La reestructuración pactada entre la Dirección del Grupo Gas Natural y los llamados sindicatos mayoritarios, UGT y CC. OO., ha supuesto que 600 trabajadores directos sea despedidos, lo que representa el 16% de toda la plantilla del grupo, según informa CGT en su web.

Estos despidos tendrán, por otro lado, la consecuencia de que habrá cancelaciones de contratos con las empresas contratistas en un número muy importante.

Los 600 despidos se producirán a través de dos mecanismos, de acuerdo con el sindicato CGT:

Prejubilaciones a partir de los 55 años, con costes diferidos al erario público (prestaciones de desempleo contributivo durante dos años + no pago de las cotizaciones empresariales y del trabajador durante estos dos años y prestaciones no contributivas hasta la fecha de jubilación real + no pago de cotizaciones a excepción del convenio especial de la seguridad social que es más barato que dichas cotizaciones.

Bajas incentivadas (venta de puesto de trabajo con exoneración de hasta 45 días por año con un tope de 42 mensualidades, a pagar impuestos a la Hacienda Pública). La Empresa designará aquellos puestos a amortizar y será de voluntariedad del trabajador la liquidación de su contrato o no, por medio de las dos modalidades.

La otra medida interna, supone la «recolocación de 1.400 trabajadores de los que quedan en el Grupo Gas Natural en España, es decir el 37 por ciento de la plantilla, lo que comportará cambios en su movilidad funcional y en algunos casos movilidad geográfica, no garantizado sus condiciones de origen (todas las empresas tienen condiciones laborales diferentes), sino es durante un tiempo de dos años y en cantidades inferiores, perdiendo al tercer año todos los derechos de origen».

La CGT no ha participado en esa «negociación» por dos razones, explica este sindicato. La primera, debido a que «ha sido ninguneada y excluida de la negociación, a pesar de contar con una representación del 13% en todo el grupo Gas Natural en España». Y la segunda, que desde el primer momento que se comunicó esta reestructuración, «comunicamos a la Dirección del Grupo que había que abordar un Plan de Empleo en todo el grupo para garantizar el empleo y de calidad, la cualificación de los trabajadores y contratar empleo directo ante las necesidades evidentes en todas las empresas del grupo».

Con este «acuerdo», el Grupo Gas Natural no hace más que ahorrarse «cientos de millones de euros a costa del erario público (prestaciones de desempleo y cotizaciones a la seguridad social)», además de «despedir a trabajadores con altos costes laborales y contratar plantillas nuevas, donde sus costes laborales son ínfimos y sin derechos (no cobran plus de antigüedad, ni otros pluses que los que salen si los tienen) y, además su funcionalidad (trabajos concretos) se pagan a niveles salariales muy precarios cuando sus trabajos concretos son de alta cualificación y con alto valor añadido».

De acuerdo con la información que facilita CGT, el Grupo Gas Natural, obtuvo «en el primer semestre de este año casi 500 millones de euros netos de beneficios y en julio cerro la operación de compra del 100% de Unión Fenosa por valor de 20.000 millones de euros».

No cabe duda que el comportamiento social del Grupo Gas Natural es, no sólo irresponsable, sino que es «un sablazo social y una transferencia de riqueza pública (desempleo, cotizaciones sociales, salarios y derechos dignos) a manos privadas».

Para completar este lastimoso escenario, no hay que olvidar que las tarifas de gas han aumentado en torno al 10 por ciento.

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