espacioseuropeos.com (17/10/2008/)
El pasado miércoles se produjeron en Ginebra dos sesiones plenarias a las que los representantes de Abjasia y de Osetia del Sur no estaban invitados, argumentó que empleó la delegación rusa para no asistir a los debates previstos.

En la segunda de estas sesiones, si estaba prevista la participación de las delegaciones de «todas las partes implicadas» (OSCE, ONU, UE, EE. UU., Rusia, Abjasia, Osetia del Sur y Georgia),según recoge RIA Novosti, pero la representación georgiana no asistió a la reunión.

Grigori Karasin, viceministro de Exteriores y jefe de la delegación rusa en estas negociaciones, manifestó que «nada más empezar el encuentro, el Sr. Saakashvili se apresuró a declarar que los rusos abortaron las consultas en Ginebra y responsabilizó de ello a las personas que procuraron que la discusión fuera un éxito».

Con estas declaraciones, el diplomático ruso daba respuesta a las declaraciones de Mijaíl Saakashvili, presidente de Georgia, «quien acusó a Rusia de haber abandonado las negociaciones en Ginebra, demostrando su falta de interés por el proceso diplomático en esta etapa».

La renuncia de Georgia a participar en la segunda sesión fue una decisión inesperada para Rusia -según manifestaciones de la delegación de este país-, «pues se anunció apenas media hora antes de empezar la discusión». Esta postura la ha entendido Rusia como una nueva provocación.

Tras estos desencuentros, se ha conseguido convocar una nueva ronda de sesiones para el 18 de noviembre. Para Rusia es imprescindible que las delegaciones de Abjasia y Osetia del Sur asistan al debate de todas las cuestiones que tengan relación con estas nacionalidades, ya que «donde no participen, tampoco estará la delegación rusa», advirtió Mijaíl Saakashvili.

Para «calentar» aún más el ambiente de crispación, el buque portamisiles de la Armada de EE. UU. tiene previsto arribar hoy al puerto de Poti (Georgia).

El destructor portamisiles estadounidense, «USS Barry» (modelo DDG-52) llega a Georgia en «visita de amistad», afirma un comunicado de la Embajada de EE. UU. en Tbilisi, aunque todos coinciden que es un apoyo a la política georgiana, y que en nada va a contribuir a descongelar la actual situación de enfrentamiento.