espacioseuropeos.com (28/12/2008)
Varias asociaciones, además de IU, habían convocado para hoy a las 12 a una concentración ante la embajada de Israel en Madrid, en apoyo del pueblo palestino, a la vez que de condena a los últimos bombardeos en Gaza.

La embajada de Israel en Madrid se encontraba fuertemente custodiada por fuerzas antidisturbios de la Policía Nacional, que en ningún momento intervinieron, ya que la concentración fue totalmente pacífica. Llamó la atención la ausencia de una tanqueta policial, que de forma permanente se encuentra estacionada frente a la sede de la embajada.

Varias pancartas, con eslóganes alusivos a los ataques contra el pueblo palestino, así como críticas al gobierno de Israel, encabezaban la concentración. Los gritos más coreados por los asistentes han sido: «esta embajada debería estar cerrada», «esta embajada está ensangrentada», «Israel asesinos» y «Viva la lucha del pueblo palestino», así como otros relacionando al estado de Israel con los nazis…

Ningún partido político, excepto IU-Madrid, hizo acto de presencia en este acto de protesta contra la violenta y desmesurada acción militar israelí. La presencia de palestinos y, sobre todo, de marroquíes, fue muy visible durante el tiempo que duró la concentración.

Tras dos horas, aproximadamente, de permanencia ante la sede diplomática, el acto finalizó con la quema de una bandera de Israel y la lectura de un manifiesto, en el que se condena  «la fuerza, la violencia, la gratuidad de la destrucción y la soberbia de la impunidad israelí». También fue condenada la postura de los Gobiernos de la Unión Europea, entre ellos el de España.

La cadena de televisión Al Yazira realizó un extenso reportaje, en el que incluyeron entrevistas a ciudadanos palestinos residentes en Madrid.

Por otro lado, varias agencias de comunicación informan que tras dos jornadas de ataques israelíes, se espera una fuerte ofensiva terrestre del Ejército de Israel. La jornada de ayer sábado ha sido una de las más violentas desde que se inició este conflicto -hace ahora 60 años-, con casi trescientos muertos y un número incontable de heridos de diversa consideración.