espacioseuropeos.com (17/1/2009)
El Primer Ministro de Rusia,  Vladímir Putin, compareció ayer ante los medios de comunicación para dar su versión sobre el  contencioso con Ucrania por el asunto del transporte del gas con destino a Europa. Putin tachó de «descuido total» la actitud de Ucrania respecto al «trasiego» del gas ruso hacia Europa: «Resulta que Ucrania ha robado incluso el gas tecnológico que se necesita para impulsar el flujo del gasoducto de exportación a Europa, y es un descuido total», añadió el mandatario ruso.

La rueda de prensa tuvo lugar en Berlín, después de las negociaciones que mantuvo con la Canciller alemana, Ángela Merkel.

Putin hizo hincapié en que el gobierno ucraniano se negó a abrir su sistema de transporte de gas hacia Europa alegando dificultades de carácter técnico -informa la agencia de noticias RIA Novosti-, «es más, exigió que Rusia le suministre el gas tecnológico que necesita para reanudar el trasiego del combustible».

Para esa operación -según Putin– Ucrania pidió a Rusia  21 millones de metros cúbicos de gas diarios y «los quiere gratis».  Ante la situación, Rusia  propuso crear un consorcio internacional que «asuma los gastos del gas tecnológico que exige Ucrania», comentó Putin a los periodistas.

En la reunión mantenida en Berlín, entre la canciller alemana Ángela Merkel y el Primer Ministro ruso, Vladimir Putin, se llegó al acuerdo de convocar a expertos internacionales para comprobar el estado técnico del sistema de transporte del gas ruso que pasa por Ucrania.

Las versiones sobre el resultado de esa reunión son dos. La primera de ellas, versión europea, es que la UE ha presionado a Rusia para que de una vez por todas solucione el «trasiego» de gas a Europa. Pero, la versión más real nos conduce a un acuerdo entre Italia y Rusia para desbloquean este conflicto.

Fruto de estas primeras conversaciones, es que los consorcios ENI (Italia) y Gazprom (Rusia) van a impulsar una nueva  empresa para reanudar el suministro a Europa  sin ningún tipo de interferencias.

Varios países europeos se encuentran en serias dificultades por la escasez de suministro de gas ruso. Y así lo reconoció la Canciller Merkel. De no reanudarse el suministro, las reservas alemanas de gas quedarán por debajo del 50 por ciento en menos de siete días. Alemania lleva comprando gas a Rusia desde el año 1973.

Sin lugar a dudas -insistimos una vez más- tras este conflicto se mueven intereses geoestratégicos de suma importancia. Las veleidades de algunos países de la antigua órbita soviética, van a quedar zanjadas en breve. Europa y Rusia están condenadas a entenderse y la «intromisión» de Estados Unidos, con su apoyo decidido a Georgia en el conflicto con Rusia, y la instalación de barreras antimisiles en Polonia y una base de radar en la República Checa, no favorece nada a ese entendimiento.