espacioseuropeos.com (2/1/2009)
El Presidente de la República, Mohamed Abdelaziz ha pedido al Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, y al Consejo de Seguridad que exijan a Marruecos «poner fin, y de inmediato, a su ofensiva militar en el Sáhara Occidental, así como la inmediata reanudación de las negociaciones entre las partes en conflicto para la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad».

Entre otros asuntos, el Presidente de la RASD pone en antecedentes del Secretario General de la ONU, que «en los últimos días, se ha constatado la concentración de un gran número de máquinas, excavadoras y camiones en la zona nororiental de la frontera del Sáhara Occidental con Marruecos. Pero hoy, es evidente que ese movimiento de material, su objetivo, es una acción militar declarada por parte del ejército marroquí, en violación de los términos de cese el fuego en vigor en el territorio, desde el 06 de septiembre de 1991».

El Ejército marroquí está llevando a cabo en la actualidad -afirma Abdelaziz -, «desde la región de Mahbés en el nordeste del territorio, una gran operación de reconstrucción y consolidación del muro militar que encierra los territorios ocupados del Sáhara Occidental«. Hasta el momento, continúa la misiva, «el trabajo, consiste en la elevación del muro a más de cinco metros de altura, el mejoramiento y fortificación de las bases de las compañías y las unidades militares, a lo largo de más de diez kilómetros dentro del territorio del Sáhara Occidental en el punto 27 º 35 ‘ 661 norte y 08 º 46’622 Oeste».

Hay que recordar que en el acuerdo de «alto el fuego» entre el Frente POLISARIO y las Fuerzas Armadas Reales, «a partir del 06 de septiembre de 1991, y posteriormente el acuerdo militar No. 1 que dejó en claro que las dos partes están obligadas a respetar el estado de situación prevaleciente antes del cese de las hostilidades y, por tanto, les impide el fortalecimiento o la consolidación de sus respectivas dispositivos militares, esta nueva provocación de Marruecos constituye una grave violación de la tregua supervisada por las Naciones Unidas y una provocación inaceptable».

Una vez más Marruecos desafía a la comunidad internacional, denuncia Mohamed Abdelaziz, al negarse al diálogo y la negociación, «pisoteando las normas del derecho internacional que respeten los derechos del pueblo saharaui a la autodeterminación, un requisito obligatorio para la solución de conflicto marroquí-saharaui y seguir violando, con total impunidad, los derechos humanos en el Sáhara Occidental, como ha recordado, en su último informe, Human Rights Watch y anteriormente la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas de los derechos humanos».