Andrés Soliz RadaAndrés Soliz Rada (14/2/2009)
La corrupción de los gobernantes no comienza al iniciarse su gestión, sino desde que reciben financiamientos para sus campañas electorales, con desconocimiento de la ciudadanía. Evo Morales ha convocado a construir una sociedad diferente, sobre nuevos principios éticos, el primero de los cuales postula no mentir. Por esta razón, no es correcto aducir que los neoliberales  han sido apadrinados por aportes extranjeros (lo que es verdad) y que el MAS, en cambio, sólo ha recurrido al aporte voluntario de sus empobrecidos militantes, lo que no es creíble.

 Sobre esa base, planteamos estas preguntas: ¿Hubo cooperación de la francesa Total al Movimiento al Socialismo (MAS), el actual partido de gobierno? Carlos Mesa sostiene que en su gestión presidencial recibió la visita (año 2003) de Evo, quien estuvo acompañado de Gastón Mugía, representante de esa petrolera. De manera coincidente, los contratos petroleros, firmados en octubre de 2006, tenían anexos que favorecían a la Total. Ante el reclamo de Petrobrás, hubo necesidad de cambiar los anexos, en forma ilegal, lo que se hizo después de la ceremonia pública.

Hace dos años se entregaron al ex Ministro Carlos Villegas (hoy Presidente de YPFB), las auditorias a las compañías petroleras que detectaron fraudes contables, las que se mantienen en secreto. ¿Por qué? ¿No ocurrirá lo mismo con las auditorias que ahora realizará Villegas en YPFB, dentro del caso Santos Ramírez?

¿Por qué todos los contratos importantes para la construcción de carreteras recayeron en empresas brasileñas? ¿Es verdad que uno de ellos, suscrito con la firma OAS, y cuyos  daños económicos no terminan de determinarse, cooperó económicamente al MAS? El  vicepresidente Álvaro García Linera y la presidenta de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC)Patricia Ballivián Estensoro (homenajeada por la Ministra de Transparencia Nardy Suxo), anunciaron la expulsión de la Queiroz Galvao por el delito de estafa. A las pocas semanas fue revisada la medida.

En mayo de 2007, se descubrieron «correos electrónicos» de la ABC incriminando a «Alvarín», «Cotapati» y «N. Estenssoro» en la recepción de comisiones. ¿Por qué la investigación se archivó en el Ministerio de la Presidencia, comprometido, a su vez, en el contrabando de 33 camiones en Pando? ¿No es posible sancionar a quienes malversaron cheques venezolanos, entregados a municipios en calidad de donativos, que dañan la autoestima de los bolivianos?  De manera paraevo-moraleslela, el gobierno venezolano, cuyas posiciones antiimperialistas merecen pleno apoyo, no vaciló en arrebatar a Bolivia la rentable compra de la colombiana Gravetal, la mayor exportadora de soya en el país, lo que hubiera permitido al Estado nacional gravitar en la geopolítica de la hidrovía Paraguay-Paraná, así como en la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO).

Las experiencias del MNR y CONDEPA demuestran que los sectores populares, al observar que existen corruptos incrustados en esferas del régimen se sienten impulsados a imitarlos, lo que puede ocasionar la debacle moral en varios estamentos sociales. De ahí la importancia de que el MAS haga conocer sus fuentes de financiamiento electoral. Recordemos que Evo exigió al Senador Filemón Escóbar, cuando éste fue expulsado de filas del oficialismo, que devolviera a una ONG los fondos que recibió para su campaña.  ¿Cuántos parlamentarios del MAS recibieron préstamos o donativos similares? ¿Cuáles fueron esas ONG? ¿Fue casual que desde el primer gabinete de Evo casi la mitad de ministros estuvo vinculada a ONG? ¿Cuáles ONG desembolsaron fondos en la Asamblea Constituyente?

El oficialismo sostiene que senadores opositores se niegan a aprobar el proyecto de ley de investigación de fortunas (presentado al parlamento por mi persona, en 1990). Si lo anterior es cierto, ¿por qué el MAS no aprobó la ley cuando, debido a movilizaciones sociales, tuvo el control del Senado de la República, en noviembre de 2006, lo que le permitió aprobar su proyecto de ley agraria?

De la respuesta a estas interrogantes podría depender la posibilidad de la denominada revolución democrática y cultural.