espacioseuropeos.com (20/2/2009)carme-chacon
La Asociación Unificada de Militares Españoles (Aume), ha servido de vehículo para que las viudas del capitán Santiago Hormigo y del sargento Joaquín López, fallecidos el 19 de junio de 2008 en Bosnia, en un supuesto accidente de helicóptero, comparecieron ante los medios de comunicación el pasado día 17 de este mes para denunciar que el Ministerio de Defensa y su titular, Carme Chacón, han incumplido hasta ahora las promesas que les habían hecho, referidas a la investigación de las circunstancias en las que tuvo lugar el accidente.

Para Clara Pérez, mujer del capitán Santiago Hormigo, esto es una auténtica «chapuza». Clara Pérez y Ruth Osete, viudas del sargento López,  han sido, que sepamos, las dos únicas  personas, familiares de los fallecidos, que han denunciar públicamente la actitud del Ministerio de  Defensa en este escabroso asunto.

En su comparecencia ante los medios de comunicación en la sede de la Asociación Unificada de Militares Españoles (Aume), la política de Defensa ha consistido en agasajar a los familiares de los fallecidos los días posteriores al accidente del helicóptero, para luego, poco a poco, abandonar el asunto.

La misma opinión tienen de las investigaciones judiciales «dirigidas por miembros del Ejército», que se «diluyen en el tiempo y son archivadas sin remedio».

Las dos confirmaron que los primeros días tuvieron a su disposición un médico y un psicólogo, pero después de los funerales, «el apoyo y las llamadas del Ministerio desaparecieron». Se siente dolidas por la actitud de la propia ministra Chacón, que les dijo: «No te preocupes, se harán las investigaciones pertinentes». Después vino el silencio; el ministerio y el Juzgado guardan silencio.

Ante esta situación, decidieron personarse en la causa, y descubrimilitares-espanoles-fallecidos-en-bosniaeron que la comisión encargada de la investigación de accidentes aéreos militares (CITAAM) había hecho dos informes preliminares, lo cual no hizo más que aumentar su «profunda preocupación».

Lo curioso es que estas investigaciones no las dirige el juzgado militar, que es preceptivo, sino el propio Ministerio de Defensa. Todo lo controla Defensa. Las dos viudas denuncian que los restos del helicóptero se guardaron sin garantías, que una parte importante de ellos han desaparecido -entre ellos el GPS y una cámara fotográfica- sin saber a ciencia cierta que misión desempeñaban los dos militares.

Por Navidad, la ministra Chacón les mandó un regalo, un marco de plata, que las dos rechazaron.

Las dos viudas exigen una investigación imparcial e independiente. «Necesito saber por qué, una vez accidentado el helicóptero, pasaron horas hasta que alguien pudo acercarse a los cuerpos. Necesito saber qué hubiese pasado si alguno de ellos murió quemado por falta de medios y, en algo caso, de profesionalidad. Necesito saber de qué murió mi marido, ya que la autopsia explica que murió por traumatismos incompatibles con la vida», afirmó Clara Pérez, para añadir que la ministra Chacón «lleve y trate la investigación con el respeto que merece». Asimismo, criticó que la ministra no ha respondido a sus llamadas telefónicas.

Como recordarán nuestros lectores, el 19 de junio del año pasado, un helicóptero del la misión española en Bosnia, que supuestamente participaba en misiones de reconocimiento, sufrió un grave accidente, resultando muertos dos militares españoles y dos alemanes. Todos ellos formaban parte de la misión de la UE en Bosnia-Herzegovina (EUFOR).

Esta misión de reconocimiento es cuestionada por la viuda del capitán Santiago Hormigo y la del sargento Joaquín López. La primera manifestó en la rueda de prensa que en el momilitares-espanoles-fallecen-en-accidente-de-helicopteromento del accidente, los dos helicópteros buscaban a un «criminal de guerra» por orden del Tribunal Penal Internacional.

El accidente se produjo, al parecer, al chocar el aparato contra el monte Jasen, de acuerdo con las informaciones facilitadas por la policía serbobosnia. Pero, testigos del accidente, afirmaron a la prensa bosnia, que se escuchó una fuerte explosión y poco después se vieron  «dos helicópteros sobrevolando en torno al lugar del que salía el humo».

El helicóptero cayó en un campo minado, motivo por el cual nadie se pudo acercar al lugar del siniestro hasta que no legaron los equipos de zapadores. Los militares españoles muertos pertenecían al Batallón de Helicópteros número uno de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) con sede en Almagro, Ciudad Real.