George Chaya (5/2/2009)
muro-entre-israel-y-palestinaSERÍA MUY FACIL LOGRAR LA PAZ en Oriente Medio si la totalidad de los actores involucrados en el conflicto estuvieran dispuestos a detener la violencia, poner fin a la guerra y preservar la vida de civiles palestinos e israelíes. Pero esto no se resuelve con frágiles treguas (casi siempre incumplidas).

Lo que se debe hacer es poner en marcha un plan serio y responsable que presente la solución definitiva al problema y que tiene que ver puntualmente con la desmilitarización e internacionalización de Gaza. Aún es prematuro discutir una solución global para el futuro de un Estado palestino y para anticipar el fin de la guerra global contra el terrorismo, pero no para resolver el controvertido que significa Gaza.

En cualquier acuerdo de paz que se intente implementar en Oriente Medio, es importante tener presente las intenciones de los regímenes de Irán y Siria y de su aliado para-estatal principal, Hezbolá. Si se piensa realmente preservar a la población civil de Gaza de la violencia, como también proteger a la población israelí de los misiles y evitar una escalada de violencia mayor que pudiera afectar a toda la región, es imposible perder de vista que los regímenes de Irán y Siria, junto a Hezbolá, se oponen a cualquier proceso de paz.

BUENAS INTENCIONES, DÉBILES VOLUNTADES
En una entrevista con Al-Jazeera, el presidente de Israel, Shimon Péres dijo que su país acabaría sus operaciones militares cuando el hostigamiento de Hamas y sus aliados cesara. «Las Naciones Unidas tienen una obligación de gestión ineludible en Gaza hasta que un Estado Palestino responsable y reconocido internacionalmente sea conformado». El presidente palestino  dijo que la Autoridad Palestina estaría dispuesta a asumir su responsabilidad por el bien de su pueblo. Por su parte, el presidente egipcio Hosni Mubarak y el Rey Abdullah de Jordania dijeron que sus gobiernos están dispuestos a resolver la crisis en Gaza si la Autoridad Palestina es parte de ese intento de solución. El presidente de Estados Unidos, Barak Obama, la Unión Europea y las Naciones Unidas afirmaron estar dispuestos a poner fin al conflicto de forma definitiva.

Todo lo anterior suena excelente, pero, ¿cómo se implementan tales positivas declaraciones de manshimon-peresdatarios y organismos internacionales? ¿Cómo se llevan a la práctica?

La ONU ha patrocinado y gestionado durante el pasado distintos sistemas de seguridad en algunas regiones del globo como Bosnia, Timor Oriental y Líbano (si bien, con menos éxito en el país de los cedros, precisamente por la presencia de Hezbolá). De igual modo, la solución a Gaza indudablemente pasa por vía de la ONU y la comunidad internacional, que siempre será mejor que la ultima opción, la vía militar.

Cuando un área cae bajo el control de un grupo político-militar, como es Hamas, que no está vinculado al Derecho Internacional, y la población civil está bajo el fuego debido a las acciones militares de ese grupo, el Consejo de Seguridad de la ONU debe intervenir y aplicar el Capítulo VII de su Carta Constitutiva; ello es inapelable y refiere a la protección de la población civil y al establecimiento de la paz que se haya alterado. En este caso, las Naciones Unidas tienen una obligación de gestión ineludible en Gaza hasta que un Estado palestino responsable y reconocido internacionalmente sea conformado.

INSTRUCCIONES PARA ALCANZAR LA PAZ
Si realmente todos los jugadores regionales desean la paz, la solución es muy sencilla y bien se puede alcanzar con voluntad política y considerando los breves puntos que describo a continuación:

– En primer lugar, el Consejo de Seguridad debería reunirse inmediatamente y declarar Gaza como zona de emergencia bajo el paraguas de Naciones Unidas en virtud del Capítulo VII, y enviar inmediatamente una Fuerza Multinacional de Pacificación a la Franja en coordinación con Israel y la Autoridad Nacional Palestina. «Debería conformarse un consorcio de países árabes productores de petróleo que junto la Organización de Países Islámicos financie la reconstrucción de toda Gaza». Esta fuerza multinacional no debería incluir militares de aquellos países que se encuentren en estado de guerra con Israel o con la Autoridad Palestina y debería tener relaciones diplomáticas con ambos a efectos de la consolidación de la paz. El primer objetivo de la fuerza multinacional debería ser el desarme de Hamas y sus milicias aliadas.

– La Franja de Gaza debe ser totalmente desmilitarizada y las fuerzas israelíes se deberían retirar fuera de las líneas de demarcación del enclave permitiendo que la fuerza multinacional reestablezca la competencia de la Autoridad Nacional Palestina con una instituciónmahmoud-abbas policial y de seguridad reformada y transparente para proteger en conjunto a la población civil en coordinación con las unidades de la Autoridad Palestina. Al mismo tiempo, la Liga Árabe y la Organización de la Conferencia de Países Islámicos deberían subvencionar todos los gastos necesarios para la fuerza multinacional de paz y las fuerzas de seguridad de la ANP proveyendo el dinero necesario a tal efecto. «Israel debería comprometerse a permitir que los trabajadores de Gaza puedan viajar a la Ribera Occidental y viceversa bajo la responsabilidad de la Autoridad Nacional Palestina».

– Debería conformarse un consorcio de países árabes productores de petróleo que junto a los gobiernos de la Organización de Países Islámicos financie con una cifra inicial de 20 mil millones de dólares la reconstrucción de toda Gaza a través de la Administración del Secretario General de la ONU para poner fin a la crisis económica, construyendo nuevas escuelas, hospitales e infraestructura básica. Al mismo tiempo, la Liga Árabe debería comprometerse a otorgar visados y permisos de trabajo a los residentes de Gaza para radicarse en todos los países árabes si así lo desearan. Israel debería comprometerse a permitir que los trabajadores de Gaza puedan viajar a Cisjordania y viceversa bajo la responsabilidad de la Autoridad Nacional Palestina.

– Finalmente, la Autoridad Palestina e Israel deberían reanudar sus negociaciones directas para un acuerdo de paz y el establecimiento de un Estado Palestino con fronteras delimitadas y reconocidas para ambos por la comunidad internacional.

VOLUNTAD POLÍTICA
«Un plan de este tipo nunca verá la luz en tanto Hamas y Hezbollah sean financiados por Teherán y Damasco para mandar a pique cualquier proceso de paz». Mediante estos puntos que menciono se puede lograr que la paz, el bienestar y la seguridad puedan llegar a la población palestina en Gaza, así como a los civiles israelíes que han sido victimas durante los últimos ocho años del lanzamiento de cohetes y misiles. Con estos pocos puntos quedaría muy clara la responsabilidad que deben asumir de las Naciones Unidas, la Unión Europea, la Liga Árabe y la Organización de la Conferencia de Países Islámicos para la paz.

Si el lector llegó hasta aquí en su lectura y cree que esto pudiera tener éxito, infortunadamente debo decirle que no se haga ilusiones. ¡Ni lo sueñe!

Evidentemente un plan de este tipo nunca verá la luz en tanto alguna de las partes del conflicto piense que sólo puede prosperar la solución militar, y en particular, mientras que Hamas y Hezbola sean dirigidos por Teherán y Damasco con instrucciones para mandar a pique cualquier proceso de paz posible.

SIN PREDICCIONES AL FRENTE
En otras palabras, las dictaduras y el accionar de las teocracias regionales continúan imponiendo sus agendas por sobre el anhelo de paz.

 La ausencia de libertad y democracia en Irán, al igual que en Siria, más la incompetencia y falta de voluntad política de no pocos funcionarios de la ONU y de la UE, motivan que no se puedan establecer diálogos a través de los cuales se alcance la paz regional.

 N. de la R.
El autor equivoca «misilgeorge-chayaes» con «cohetes», además de ser parcial en su análisis. No menciona el «muro de la vergüenza» construido por Israel, ni la situación a la que ha sometido a la población palestina, cortando todo tipo de suministros (agua, petróleo, electricidad, etc.). Asimismo, olvida que Hamas resultó vencedora en las últimas elecciones en Gaza. Habla de desarmar a Hamas, pero no menciona para nada la total  «militarización» de la sociedad israelí. Asimismo, obvia, las acciones judiciales que en algunos países se han iniciado contra presuntos «criminales de guerra» israelíes. Entendemos lo difícil que es ser imparcial y objetivo, sobre todo en algunas situaciones. Nosotros lo pretendemos y lo practicamos, como lo demuestra que publiquemos este trabajo.    

George Chaya es periodista, docente y analista político de origen libanés especializado en Oriente Medio. Escribe regularmente para varios medios de prensa en Estados Unidos.