teodoro-obiangAbaha (25/2/2009)
Los efectos del asalto al palacio de Malabo (Guinea Ecuatorial) no se han hecho esperar. Obiang Nguema está asustadísimo; es un auténtico manojo de nervios. Se siente y sabe que está cercado. Él conoce bien que los que han asaltado su Palacio no son simples bandidos, ni iban en busca de su dinero. Desde el día 17 se ha pasado tomando «potingues», casi en vela y despotricando contra todos. Y algo de razón tiene, sobre todo en las regañinas y bastonazos que está propinando, ya que muchos de los jefazos, «acollonados», se encerraron en sus casas el 17 de este mes, tiritando de miedo.

Uno de esos valientes torturadores fue el Ministro dela Seguridad Nacional, Manuel Nguema Mbá,  que se encerró en su casa, apagó el teléfono y se tiró llorando hasta que los disparos cesaran. Otro «guerrero» fue el Viceministro de Defensa Nacional,  Antonio Obama Ndong (Antoñito), que contestó a los requerimientos de sus oficiales que «los generales no hacen la guerra, que eso es misión de la tropa».

Obiang Nguema ha procedido hoy a «remodelar» su Gabinete. Él mismo se hace cargo de Ejército, Policía Nacional y Gendarmería. Ha cesado al Ministro de Seguridad  Nacional, Manuel Nguema Mbá, poniendo en su lugar a Julián Ondó  Nkumu, que hasta ahora ostentaba la Secretaria de Estado de Seguridad Nacional; otro cesado es el Viceministro de Defensa Nacional,  Antonio Obama Ndong (Antoñito),  que le sustituye Vicente Eyá. El actual Secretario de Estado de Seguridad Nacional es  Enrique Nsué.

Hay otros nombramientos que confirmaremos. Por ejemplo, es de esperar que Liborio Mbá Obama sea nombrado Director para la Seguridad guerrilleroNacional. Por cierto, que sigue ingresado curando la herida de bala que tiene en una mano mientras trataba de repeler el asalto al Palacio de Malabo.  

Con los nervios a flor de piel, Obiang Nguema, está «decretando» el cierre de todos los comercios de cameruneses y nigerianos. Y la reacción no se ha hecho esperar: la embajada de Guinea Ecuatorial en Nigeria ha sido asaltada y destrozada. A este paso, el dictador no va a tener lugar donde refugiarse como no sea en el Palacio de Miguel Ángel Moratinos en Chipre o la mansión de Manuel Alabart.

Sobre lo que opina el Papa Benedicto XVI (José Ratzinger) de Teodoro Obiang Nguema hablaremos mañana… o pasado.