teodoro-obiang-nguema1Abaha (25/2/2009)
En la remodelación-limpia de ayer, Obiang Nguema ha decidido nombrar un ministro encargado de la Seguridad Nacional. Y lo ha hecho en la persona de Nicolás Obama Nchama, ex  Delegado Nacional para la Seguridad en el Exterior.

De esta forma, Obiang encumbra, gratifica y aupa a un personaje que se ha dedicado a «limpiar» el exterior de enemigos, especialmente de opositores.

De paso, mencionamos un hecho sucedido en España, en la localidad de Lazcano (Guipúzcoa), donde hace unos días ETA hizo explosionar una bomba, destrozando la Casa del Pueblo de los socialistas vascos. Pero la bomba también se llevó por delante algunas casas de vecinos de esa localidad. A consecuencia de esa acción terrorista, ayer un joven vasco, harto hasta los mismísimos, cogió una maza y destrozó literalmente la sede de Herri Batasuna. Lo hizo el solito a cara descubierta. No quedaron ni las botellas de txacolí.

Los valientes guerreros vascos, no se atrevieron a quitarle la maza al justiciero joven. ¡Era la casa de mis padres, cabrones!, gritaba. Después la policía vasca -en España hay muchas- lo arrestaron y lo esposaron.

Es una reacción normal, producto del hastío, del cansancio, de ver como se destruye todo, hasta las vidas… A este joven vasco, nos imaginamos que no le llamaran terrorista, ni mucho menos ¿Entonces? ¿Son acaso terroristas los que desean terminar con los tiranos? ¿Vosotros, opositores, no queréis acabar con el tirano?

Quizás estemos equivocados y tengamos que poner la otra mejilla, la espalda y hasta el trasero, para que sigan robándonos, fustigándonos, torturándonos…