espacioseuropeos.com (29/3/2009)
Afganistán se le está atragantando a Estados Uafganistannidos, como le sucedió a la URSS. Con toda seguridad el Presidente Obama enviará a 4.000 soldados más a Afganistán, que se sumarán a los 17.000 efectivos autorizados el mes pasado. El  diario estadounidense «Washington Post», revelaba ayer que el plan del Presidente  Obama va a requerir requeriría un aumento del  60 por ciento de los gastos militares de Estados Unidos en Afganistán, que en la actualidad ascienden a 2.000 millones de dólares mensuales.

Junto a este nuevo esfuerzo, Estados Unidos va a imponer nuevos «parámetros» -según recoge la agencia  Democracy Now-, a sus aliados gubernamentales en la zona. Asimismo, está prevista la implantación de una nueva estrategia de negociación con «insurgentes» de bajo y medio nivel. Según el Director de la Inteligencia de Estados Unidos, Dennis Blair, unos dos tercios de los grupos a favor de los talibanes se mueven por «preocupaciones básicas como los problemas en el suministro de agua o acceso a la educación».

La nueva estrategia estadounidense contempla, según parecer, meter miedo a la población estadounidense. Así, el pasado viernes, Obama recurrió a ese método emulando la política de Bush. El presidente Obama dijo que Al Qaeda estaba «planificando activamente ataques contra Estados Unidos«: «La situación es cada vez más peligrosa. Hace más de siete años que los talibanes fueron derrocados, pero la guerra continúa y los insurgentes controlan partes de Afganistán y Pakistán».

Por supuesto, Obama ha pedido a sus aliados que contribuyan de manera más efectiva a ese esfuerzo. Y España, deseosa de mejorar sus relaciones con estados Unidos, ya ha ofrecido enviar soldados o guardias civiles a la zona, además de «albergar» a algunos de los prisioneros de Guantánamo…