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pacioseuropeos.com (1/4/2009)
En el digital uruguayo «mirador nacional», aparece hoy una referencia a la terrible cárcel de Black Beach (Guinea Ecuatorial). La noticia la recoge el periodista Raúl Ronzoni. Uno de los párrafos del artículo dice: «Luego de recibir un crítico informe de relator de la ONU, Tabaré Vázquez ordena trasladar presos a cuarteles militares».
La nota continúa: «Cuando Manfred Nowak, el relator de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra la Tortura y los Malos Tratos llegó a Uruguay, seguramente no imaginó que su presencia sería la consecuencia de uno de los mayores cambios en la historia del sistema carcelario y que obligaría al gobierno a tomar medidas de fondo para erradicar, (o al menos tratar de hacerlo) el hacinamiento, la falta de higiene, la inseguridad, la violencia y la corrupción en las cárceles uruguayas».
Tras visitar la cárcel «Libertad» (la mayor del país), cercana a Montevideo, el Relator de Naciones Unidas comentó que las condiciones de habitabilidad «son peores que en la cárcel de Black Bach de Guinea Ecuatorial».
La comparación es durísima, se afirma en el artículo, «porque Guinea Ecuatorial es un país gobernado por una dictadura y famoso por su medieval sistema carcelario».
Eso sí, en el informe no se menciona nada, que sepamos, acerca de torturas, malos tratos y demás circunstancias que son algo habitual en Guinea Ecuatorial.
Nada más tener en sus manos el informe sobre la situación de los presos uruguayos, el Presidente Tabaré Vázquez procedió a efectuar cambios. De momento, quiere terminar con el hacinamiento -una de las principales causas del resto de los problemas- enviando a un importante número de presos a cuarteles militares, mientras toma otras medidas.
Actitud, también, muy distinta a la que ha tenido el Presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, que no ha llevado a cabo ninguna reforma en lo que se refiere al trato con los detenidos, a pesar de las recomendaciones del Relator de Naciones Unidas, Manfred Nowak. Como testimonio, ahí está el de los detenidos y torturados del partido político Unión Popular y, supuestos miembros, del FRENALIGE (Frente Nacional de Liberación de Guinea Ecuatorial).