espacioseuropeos.com (7/4/2009)
Mientras el Presidente Barack Obama engatusaba a unos 30.000 checos en Praga, más de 1.000 manifestantes se concentraban cerca para protestar por el proyecto estadounidense de instalar un sistema de escudo anti misiles en la República Checa y Polonia.
Mal, muy mal lo han tenido que pasar los checos con el régimen anterior para ahora agolparse en masa para escuchar y aplaudir enfervorizados a un presidente de Estados Unidos.
Pero, mientras unos checos aplaudían a rabiar a Obama, más de 1.000 se manifestaban para «decirle a Barack Obama, que el 70% de los checos nos oponemos a este plan. Y que no queremos bases militares extranjeras en la República Checa», afirmó un destacado miembro de una asociación que se opone a la instalación de una base militar de Estados Unidos. Entre los manifestantes había varios diputados del Parlamento checo. Durante la manifestación, se produjeron algunos incendios, así como enfrentamientos con la policía. De acuerdo con fuentes oficiales hubo más de 300 detenidos.