espacioseuropeos.com (21/5/2009
La semana pasada, el servicio secreto español, CNI (Centro Nacional de Inteligencia), retiró de Cuba a varios agentes que estaban destinados en la isla. Esos agentes tenían, entre otras misiones, la de vigilar los movimientos de la decena de etarras que residen en Cuba.
La retirada, de forma temporal, de esos agentes se ha debido a un «incidente con las autoridades del gobierno cubano», aunque en la isla permanece una de las «antenas» del CNI, posiblemente un milita, responsable del servicio secreto español en La Habana.
En el entorno de Alberto Sáiz, director del CNI, no ha caído nada bien esa salida de los agentes secretos, ya que se ha cuestionado la profesionalidad de su actuación en la isla.
Al parecer, el G-2 (Servicio Secreto cubano) descubrió que los agentes del CNI se dedicaban, entre otras actividades, a controlar a dos prebostes del régimen cubano, al ex primer ministro, Carlos Lage, y al ex ministro de Asuntos Exteriores, Felipe Pérez Roque.
El diario «ABC» revela hoy que el periódico estadounidense «The New York Times» informó acerca del «arresto de Conrado Hernández, delegado de la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (SPRI), dependiente del Gobierno vasco», posiblemente relacionado con una grabación secreta entre él, los ex ministros citados y algunos jerarcas del gobierno cubano. Esas grabaciones eran entregadas después a los miembros del CNI.
Este contratiempo con el gobierno cubano podría perjudicar seriamente al director del CNI, lberto Sáiz, que ha reconocido en el Congreso de los Diputados que tiene «un problema interno», pues no todos sus agentes «reman en la misma dirección».