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Eugenio Pordomingo (8/5/2009)
El pasado día 30 del mes de abril, la agencia de prensa SPS (Sahara Press Service), publicaba una noticia referida a que treinta y tres senadores estadounidenses han pedido al Presidente Barack Obama, que «apoyar al pueblo saharaui a ejercer su derecho a la autodeterminación».

«Instamos a vuestra administración para expresar su apoyo al pueblo saharaui en el ejercicio de su derecho a la autodeterminación», afirman los senadores en uno de los párrafos de su misiva a Obama.

Después de expresarle al presidente, su «profunda preocupación» por el deterioro de los derechos humanos en el Sáhara Occidental ocupado, los senadores exhortan a Obama  a que inste a las ONU para que investigue e informe «sobre la situación de los derechos humanos».

Los treinta y tres senadores estadounidenses se reafirman en el derecho que tienen los pueblos a la autodeterminación; derecho reconocido internacionalmente, entre otros, por la Carta de la ONU. Asimismo, mencionan que la Corte Internacional de Justicia reconoció en 1975 el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.

Los senadores estadounidenses  no han olvidado mencionar que la ONU «ha adoptado más de sesenta resoluciones reafirmando el derecho de los saharauis a la autodeterminación y desplegó la MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental) para permitir al pueblo saharaui elegir democráticamente entre la independencia o la integración a Marruecos», según ha recogido SPS.

«La autodeterminación es un principio sobre el que nuestra nación fue fundada. Todo intento de negar este derecho al pueblo saharaui sería contrario a nuestros valores y nuestros compromisos internacionales», advierten los senadores al Presidente Obama. Ese recuerdo histórico, les ha motivado a pedirle a su presidente que asegure quobama-y-sarkozye «los Estados Unidos respeten el principio de la autodeterminación y obrar para garantizar que el pueblo saharaui pueda decidir su propio futuro mediante un referéndum democrático, que incluye las opciones de integración, autonomía, y la independencia».

Por otro lado, la Asamblea Legislativa de la región de Liguria región de Liguria, en Italia, adoptó por unanimidad, días atrás, solidarizarse con el pueblo saharaui y apoyarles en su legítimo derecho a la autodeterminación y a la independencia. Pero hay más. La moción pide al gobierno italiano que trate de influir en la Unión Europea y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para apoyar ese derecho del pueblo saharaui.

También en Francia la causa saharaui encuentra apoyos, aunque, lamentablemente, no por parte de su Gobierno. Un ejemplo, el diputado y alcalde de Gonfreville L’Orcher, Jean-Paul Lecoq (Izquierda Demócrata Republicana), manifestó hace unas semanas que «todo se ha dicho sobre la cuestión del Sáhara Occidental» y «lo que hace falta es el valor político para que las partes concernientes asuman sus responsables en la celebración del referéndum de autodeterminación».

Sin embargo, el gobierno de Nicolas Sarkozy impidió la semana pasada, en el Consejo de Seguridad, que el mandato de la MINURSO sea ampliado para que pueda vigilar el respeto de los derechos humanos del pueblo saharaui en los territorios ocupados del Sáhara Occidental  y en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia).

La resolución ha complacido enormemente a Marruecos, Francia, Estados Unidos y al lobby pro- marroquí español, pero no al Frente Polisario. La resolución «reafirma el compromiso de la ONU a encontrar una solución que permita al pueblo saharaui ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación», por decir algo, ya que lo que se pedía era que se prorrogase el mandato de la MINIURSO para vigilar el respeto de los derechos humanos por parte de Marruecos en los territorios ocupados.

Pero, Francia, aliada de Marruecos, ha impedido sin tapujos de ningún tipo, que la ONU ejerza esa «vigilancia» en el Sáhara ocupado. Nicolas Sarkozy, ha quitado el velo de la política francesa, y se entrega de pies y manos a Washington, en su afán de evitar el referéndum sobre el futuro del Sáhara Occidental.

Y España  mira hacia otro lado,  renunciando a su responsabilidad histórica como potencia colonial administradora, olvidando su deber moral para con el pueblo saharaui…

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