espacioseuropeos.com (18/6/2009)sarkozy-y-bongo1
Los funerales de Omar Bongó  en Gabón, atrajeron a 15 jefes de Estado y representantes de distintos gobiernos, pero tan sólo asistió un presidente del llamado mundo occidental, Nicolas Sarkozy. Por parte de España lo hizo el cuestionado Manuel Chaves, vicepresidente tercero del gobierno de Zapatero.

Los presidentes de Senegal, Abdoulaye Wade; de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema; y Fran ois Bozize, de la República Centroafricana, rindieron homenaje póstumo a Bongo, además de Jerry John Rawlings, ex presidente ghanés, el maliense Alpha Konare y el senegalés Abdu Diuf, como presidente de la Organización de Países Francófonos.

La llegada en una espectacular limosina del presidente francés, Nicolas Sarkozy, acompañado del ex jefe del Estado Jacques Chirac, fue la ocasión que esperaba un buen número de partidarios de Bongó, para mostrar su malestar contra el presidente galo.  «¡Ya no lo queremos, váyase!», «¡Ya no queremos nada de usted!» y «¡Lárguese!» fueron algunas de las frases que le gritaron a Sarkozy parte de los gaboneses que se encontraban en el funeral.

Molestó por el recibimiento, el presidente francés anuló su presencia en el desfile militar que se celebró tras el entierro.

Los funerales se celebraron en un ambiente de tensión política marcada por la lucha sucesoria, enfrentamientos que ya tuvieron lugar durante la hospitalización de Bongó en un centro médico español.

Gabón es un país rico con abundantes recursos naturales, como petróleo, uranio, madera, pesca, etc., sin embargo más de un tercio de su población vive en la pobreza. No obstante, la presidencia-dictadura de Omar Bongó no se ha caracterizado por la eliminación física de sus opositores, ni por las torturas, ni detenciones arbitrarias, como por ejemplo la dictadura de Obiang Nguema en Guinea Ecuatorial. Bongó prefería comprar a los opositores a golpe de «sobre de dinero», método que según se ha denunciado en reiteradas ocasiones, también utilizó con los partidos políticos franceses, especialmente durante las campañas electorales.

Algún medio de comunicación ha recogido la opinión del politólogo Shaxson, autor de un libro sobre los países petroleros africanos, que ha dicho que Bongó «hizo de este país y su industria petrolera una fuente de fondos para sobornos en el exterior (…) Esos fondos fueron usados por todos los partidos políticos franceses, de la izquierda a la derecha, para financiaciones secretas en los partidos y como fuente de sobornos para apoyar las apuestas comerciales de Francia en todo el mundo».

Las relaciones entre Francia y Gabón se han visto afectadas últimamente después que la Justicia francesa iniciara una investigación sobre supuesto blanqueo de capitales, compra de propiedades inmobiliarias en París con fondos públicos.

La muerte de Omar Bongó puede tener consecuencias funestas para Francia respecto a su influencia y arraigo en esa zona de África. La «francofonía»  ha dejado de ser un poder político, sobre todo desde que en 2000 Francia se dejara arrebatar los pozos petrolíferos del sur del Chad por Estados Unidos. También ha contribuido a la decadencia francesa en África la creciente invasión económico-financiera de China y, en menor medida de Rusia.

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