espacioseuropeos.com (3/6/2009)
Los países que integran la OEA (Organización de Estados Americanos) continúan divididos ante Cuba. La Asamblea General de este organismo, reunida en la ciudad de San Pedro Sula (Honduras), ha debatido sobre la incorporación de Cuba, pero sin alcanzar un acuerdo.
A pesar de que cada vez más los Estados miembros de la OEA que consideran que Cuba debe volver a este organismo, lo cierto es que Estados Unidos se sigue oponiendo. Washington exige a Cuba que primero debe dejar en libertad a todos los presos políticos y después mejorar la situación de los derechos humanos en la isla.
Hoy, la revista «Granma», órgano oficial del Gobierno cubano publica unas «reflexiones» de Fidel Castro, tituladas «Los aplausos y los silencios«, en las que el autor se refiere a las negociaciones entre Estados Unidos y Cuba «sobre migración y el envío directo de correo, una nueva señal del deshielo que tiene lugar en vísperas de una Cumbre de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la que el caso cubano dominará las conversaciones».
Castro menciona en esas «reflexiones», mientras veía por televisión la toma de posesión de Mauricio Funes, Presidente de El Salvador, que «éste habló de restablecer relaciones con Cuba, un ensordecedor aplauso y gritos de júbilo estallaron en aquella sala, como no se escucharon en ningún otro momento de su discurso».
Castro recuerda que «entre los invitados estaba Hillary» -se refiere a la Secretaria de Estado de EE. UU. «El orador, sin concluir todavía el prolongado aplauso a Cuba -que tal vez lastimaría a la señora Clinton-, tomó la palabra y mencionó de nuevo a Estados Unidos, con la mejor intención del mundo. Sin embargo, muy pocos en aquella gran sala aplaudieron a ese país», afirma Castro, para rematar así: «En determinadas circunstancias, no solo las palabras hablan por sí mismas, sino también los aplausos y los silencios».
En cualquier caso -como se afirmó un mandatario- «no fue posible el acuerdo». Los diez países que constituyen el «grupo de trabajo especial», al que la OEA encargó la búsqueda de una propuesta conjunta han coincidido en la necesidad de «derogar» la resolución por la que en el año 1962 se expulsó a Cuba de la OEA.
Por otro lado, Cuba y El Salvador han aprovechado la cumbre para firmar el restablecimiento de relaciones diplomáticas.