central-nuclear-de-garonaespacioseuropeos.com (16/6/2009)
La polémica sobre el cierre de la centra nuclear de Garoña no cesa. El presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, se comprometió a cerrar esta central según figura en el programa electoral de su partido, pero las presiones para que Garoña continúe activa son, por otro lado, muchas. Pero, mientras Zapatero se debate entre el cierre o no de Garoña, España construye centrales nucleares en Iberoamérica.

Las presiones pata impedir el cierre de esta central nuclear se basan ahora en la «pérdida» de puestos de trabajo. Instituciones, trabajadores y, lógicamente, empresas, además del Partido Popular y un sector importante del PSOE, se muestran partidarios de la permanencia de Garoña.

Por eso, Ecologistas en Acción ha difundido una nota de prensa en la que afirma que las «labores de desmantelamiento, que se prolongarán durante más de 10 años, junto con los fondos de ENRESA y Plan de Desarrollo Alternativo serían suficientes para garantizar los puestos de trabajo de la central nuclear de Garoña».

Ante las muchas manifestaciones de preocupación por los puestos de trabajo de la central nuclear de Garoña (Burgos), «Ecologistas en Acción» manifiesta que la «paralización de dicha central nuclear no tiene porqué significar la pérdida de puestos de trabajo». Uno de los argumentos es que «tras la parada de la central comienza el complejo proceso de desmantelamiento«, que puede durar entre 10 y 20 años en una central de estas características.

Pero, por si esto fuera poco -afirma la asociación ecologista-  «los municipios que se encuentran a una distancia inferior a 10 kilómetros de la central están recibiendo una verdadera lluvia de millones procedentes de los fondos de ENRESA (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos) en compensación por su proximidad a la piscina de combustible gastado».

Es más, «Ecologistas en Acción» solicita que estos fondos se inviertan pensando en la «creación de puestos de trabajo futuros en lugar de, como hasta ahora, dedicarlos a gastos suntuarios y a fines poco productivos», suficientes para crear un «tejido industrial en la zona que aumentara la distribución de la riqueza».