espacioseuropeos.com (21/7
/2009)
El pasado 18 de junio un avión cargado de armas de guerra supuestamente procedente de Ucrania y con destino a Guinea Ecuatorial era retenido y su tripulación detenida e interrogada tras aterrizar por una emergencia en el Aeropuerto Internacional Malla
m Aminu Kano, en Nigeria. Tanto el gobierno de Malabo como el de Ucrania se dieron prisa en desmentir cualquier relación con el aparato y con las armas encontradas en su interior.
El Antonov 12 había salido de Ucrania con destino a Malabo sin informar de su carga a ninguno de los países que sobrevuela, invadiendo el espacio nigeriano con un importante cargamento de armas de guerra automáticas y municiones con un destino y con un destinatario, resultando este Obiang Nguema, como días después reconoció la dictadura en un comunicado.
En efecto, el día 23 de junio el gobierno de Guinea Ecuatorial emitía un comunicado para responder a las acusaciones de Nigeria -obvias, desde luego- de estar suministrando armas al MEND (Movimiento de Liberación del Delta del Niger) contribuyendo con ello a generar inestabilidad y violencia en una zona ya de por sí extremadamente sensible.
El dictador, a través de su ministerio de propaganda, aseguraba que las armas «son para el ejercito ecuatorguineano» y su compra se realizó de «gobierno a gobierno», refiriéndose al ejecutivo ucraniano, que sin embargo rechaza categóricamente este hecho, afirmando que el Antonov procede de Croacia. El comunicado de la dictadura aludía a que en el interior no se encontraban armas, sino «solo munición de pequeño calibre», cuando ya se sabía que la composición del arsenal era de armas automáticas y municiones para las mismas. Ni de lejos parecidas a las que utiliza el Ejército de la dictadura.
La dictadura miente. Obiang miente. Y miente su ministro de propaganda. El ejercito ecuatoguineano al que se refiere el ministro de propaganda está formado por unos miles de hombres, desarmados desde hace años por el miedo que Obiang le tiene a su propias fuerzas de seguridad; sin formación, sin organización y sin jerarquía, lo mejor de nuestras tropas está o muerto o en Black Beach. Utilizados exclusivamente para los actos de represión contra el pueblo, para las detenciones -pues también actúan de policías- y para el terror.
El Ejército de Guinea Ecuatorial ha quedado relegado al desastre, como el resto de instituciones del país, como el resto del pueblo. Por otra parte, la seguridad del país, la del presidente y su gobierno, está en manos de empresas profesionales de seguridad, con personal militar bien entrenado y con excelentes armas, los llamados Tigres. Empresas, que prestan sus servicios de seguridad al dictador a cambio de grandes sumas de dinero.
Según un diario nigeriano, Guinea Ecuatorial sirve de puerto franco para el comercio de armas de guerra con países africanos. La complicidad del gobierno de Obiang Nguema con los más turbios negocios es algo que conocemos desde hace tiempo. Si Obiang Nguema está utilizando nuestro país para enriquecerse a cambio de patrocinar las terribles matanzas en suelo africano -el Congo, el Delta del Niger, Somalia, Sudan, etc.- Obiang debe ser apartado del poder y condenado urgentemente.
Pedimos a la comunidad internacional -en especial a los Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Alemania- que investigue en profundidad este hecho y su relación con Obiang Nguema y su gobierno. Obiang lleva armas a África y no nos es difícil imaginar que el destino de las mismas será el de seguir regando con sangre nuestra tierra african
a, acabando con la vida de miles, de millones de inocentes. Obiang es un criminal de guerra y como tal debe ser juzgado. Si Obiang está vendiendo armas a grupos terroristas de África, Obiang debe ser detenido, juzgado y condenado.
El Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial exige al dictador y su gobierno que den una explicación oficial y convincente al gobierno de Nigeria y a la comunidad internacional aclarando todos los puntos y las contradicciones que la detención del avión y su actuación como Gobierno han generado para intranquilidad de nuestros países vecinos y del pueblo guineoecuatoriano.
Pedimos a la ONU y al resto de organizaciones internacionales que reflejen este suceso en sus informes sobre Guinea Ecuatorial.
El Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial ha destacado un equipo de investigación para recabar todos los datos sobre este lamentable suceso.
N. de la R.
Este artículo se publica con la autorización del Administrador de la web del Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial.