espacioseuropeos.com (5/9/2009)
Las declaraciones de la ministra de Defensa, Carma Chacón y de la Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, cambian a diario según el tiempo que hace, o sea el panorama. Las dos, como su jefe, José Luís Rodríguez Zapatero, han pasado del Ejército de la Paz, de la rosa en el fusil, a pedir más y más tropas, de acuerdo con las peticiones que les haga Barack Obama.
Ayer la ministra Chacón declaraba ante los micrófonos de la prensa, lo 
siguiente: «Hemos contestado con contundencia, pero siempre con respeto a las reglas de enfrentamiento…». ¿Qué reglas son esas? ¿Dónde están escritas? Esta gente tiene tanta cara que trata de ocultar el lío en que nos han metido, en lugar de hacer una crítica seria sobre la situación.
Por su parte, María Teresa Fernández de la Vega tuvo la osadía de decir que «los talibanes no quieren la democracia», como si algún político la quisiera. De mala gana se someten a ella cada cuatro años, pero poco más…No les gusta comparecer en el Congreso de los Diputados, ni someterse a investigaciones. ¡Faltaría más! Ellos están por encima de esas nimiedades.
En su comparecencia ante la prensa, la ministra de Defensa atribuyó a los atacantes del contingente español que eran delincuentes, a la vez que recordó que «no solo los talibanes tienen armas y son peligrosos sino también los delincuentes comunes». ¡Menudo descubrimiento, señora!
Sin embargo, la nota de prensa del ministerio de Defensa (figura en su web) afirma en todo momento que los atacantes eran «insurgentes». ¿En qué quedamos? La nota afirma literalmente que nuestras tropas «han repelido hoy un ataque insurgente en el paso de Sabzak, en el mismo lugar donde ayer fue herido un sargento de la misma agrupación (…) Posteriormente, los insurgentes se refugiaron en unas cuevas próximas a la aldea de Marghozar (…) Como resultado del enfrentamiento se han producido, según las primeras informaciones de ISAF, alrededor de 13 bajas insurgentes y al menos tres heridos».