espacioseuropeos.com (15/9/2009)mujer-saharaui-asesinada-por-un-marroqui
Desde hace, aproximadamente dos semanas, la ciudad saharaui ocupada de Dajla (antigua Villa Cisneros), está sometida a un riguroso control militar y policial marroquí tras el asesinato de dos mujeres saharauis, Salma Abdalahi y su hija, Damba, a manos de un colono marroquí, según informa la agencia de noticias saharaui «Sáhara Press Service».

El lunes día 7 de este mes, la ciudad se levantó con «grandes manifestaciones pacíficas de apoyo a la familia y reivindicaciómujer-saharaui-asesinada-por-un-colono-marroquin a la autodeterminación del pueblo saharaui, donde se enarbolaron» banderas de la RASD. Los manifestantes exigían en las pancartas -de acuerdo con la información de SPS«la retirada de las fuerzas de ocupación en todo el territorio saharaui y la aplicación del derecho de autodeterminación».

Ante esta situación, las fuerzas de ocupación de Marruecos han sometido a la población de varios barrios de Dajla a «un asedio sin precedentes. Se trata de los famosos barrios conocidos en la época de España como Akseiquisat, Um Tunsi, Leboisahat y el barrio El Amal».

Para denunciar esta situación los activistas saharauis de derechos humanos se encuentran estrechamente vigilados y acosados sin libertad de libre desplazamiento, incluso con registros y allanamiento de sus casas. Los activistas denuncian que «tras las movilizaciones de repudio a este asesinato las autoridades marroquíes están intentando comprar el dolor de la familia con falsas promesas monetarias para olvidar el asesinato de las dos mujeres y evitar la prolongación del estallido antimarroquí».

Los activistas hacen una llamado a las organizaciones internacionales y a la sociedad occidental para desbloquear la ciudad, al mismo tiempo piden la presencia de la prensa extranjera para trasladar la dura realidad que viven aislados del mundo informativo.

Estas manifestaciones y protestas tienen su origen en la muerte de dos mujeres saharauis, hecho que tuvo lugar el pasado día 5 de este mes, a manos de un colono marroquí que trabajaba de «pastor para la familia saharaui«. El súbdito marroquí asesinó a la madre de la familia «Salma Abdalahi golpeándola con piedras en la cabeza y a su hija a quien degolló y apuñaló por la espalda con un arma blanca (…) El colono marroquí violó a la joven saharaui antes de asesinarla, para luego abandonar a las dos víctimas desnudas después de arrastrarlas fuera de su jaima», relata SPS.