espacioseuropeos.com (11/10/2009)candido-mendez1
El sindicato UGT se sube el sueldo un 3,75 por ciento, pero el mes pasado «negoció» con el Gobierno de España un 0,3 por ciento de subida para los funcionarios. En los últimos días del mes pasado, el Gobierno de España y los sindicatos CC. OO., UGT y CSI-CSIF, acordaron subir el ¡0,3 por ciento! a los funcionarios…sin contar con ellos.

El Gobierno lo llamó «Acuerdo para la Función Pública 2010-2012″, pero la verdad es que no hubo acuerdo, pues la mayoría de los funcionarios no están sindicados ni han sido informados ni consultados.

Ese acuerdo, según la Vicepresidenta Primera «contiene 50 medidas para la mejora de los servicios públicos, la modernización de la administración y la profesionalización de los empleados públicos (…) el Ejecutivo mantendrá el poder adquisitivo de los empleados públicos, cuya retribución subirá el 0,3% en 2010 y será compensada, si fuera necesario, en 2012″.

La Vicepresidenta Primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y los líderes sindicales de la Función Pública, Julio Lacuerda de UGT, Enrique Fossoul de Comisiones Obreras y Domingo Fernández de CSI- CSIF fueron los firmantes del Acuerdo para la Función Pública entre los años 2010 a 2012.

El sindicato Unión Sindical Obrera (USO) rechazó el nuevo Acuerdo Retributivo en las Administraciones Públicas» firmado entre el Gobierno y los sindicatos CC. OO., UGT y CSIF.

A pesar de esa vergonzosa y nada democrática negociación para subir un 0,3 por ciento de sueldo a los funcionarios, el sindicato UGT ha subido un 3,75 por ciento a sus trabajadores. Pero, lo más lamentable, es que lo hace con el dinero del resto de los españoles. En España, los sindicatos se nutren, no de las cuotas de sus afiliados, que son pocos, sino del erario público a través de distintas partidas y modalidades: subvenciones directas (Presupuestos General del Estado), cursos de formación (Fondo Social Europeo), subvenciones de Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, ayudas a ONG y fundaciones, etc.

Quizás habría que decir a los jerifaltes de la UGT que se ¡»vayan a su puta casa si tienen un poco de dignidad»!, como hizo José Ricardo Martínez, secretario general ugetista de Madrid con el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Esa desafortunada frase la dijo el secretario general de UGT de Madrid durante la celebración del «Día del Trabajo Decente».