espacioseuropeos.com (5/10/2009)
Desde agosto de 2008, las fuerzas militares de la coalición internacional destacadas en Afganistán no habían recibido un golpe tan duro como el que tuvo lugar el pasado viernes. En 2008, murieron nueve soldados estadounidenses a causa de un ataque talibán a un puesto militar en la localidad de Wanat, en la frontera entre Nuristan y Kunar.
En menos de 48 hora han muerto trece soldados del ejército de Estados Unidos; ocho soldados estadounidenses y dos del ejército afgano murieron el pasado sábado en la provincia de Nuristan, en la zona fronteriza con Pakistán, cuando su base o puesto de control fue atacada por un número indeterminado de milicianos talibanes.
Los soldados fallecidos pertenecían a la «Task Force Mountain Warrior», un regimiento de infantería ligera.
El enfrentamiento duró varias horas, desconociéndose las bajas de los talibanes, aunque una nota oficial del mando estadounidense afirma que «fueron muchas». Helicópteros y aviones acudieron en ayuda del puesto de control atacado, realizando varios ataques desde el aíre.
Los otros cinco soldados murieron el viernes; dos de ellos en un ataque en una zona situada al este del país; otro soldado perdió la vida al ser alcanzado por la explosión de una bomba; y otros dos murieron al pasar su vehículo por encima de una bomba colocada en la carretera.
La acción talibán tuvo otras víctimas. 13 policías afganos, entre ellos el jefe de la policía del distrito de Kamdesh, y dos periodistas afganos «fueron secuestrados por los talibanes». Los periodistas afganos trabajan en una radio local que Estados Unidos ha creado y financiado.
Obama ha fracasado en su apuesta por presentar a Chicago como la ciudad de los Juegos Olímpicos de 2006, pero parece que los asuntos no le van mejor en la otra guerra, la de Afganistán.