J.M.G.T. (14/11/2009)enrique-v-iglesias-secretario-general-iberoamericano
Enrique V. Iglesias, Secretario General Iberoamericano, ha hecho doblete esta semana como  mantenedor informativo en sendos desayunos de tal carácter. El primero, el miércoles, organizado por el Club Internacional de Prensa; y el segundo, convocado por el Fórum Europa, para el viernes.

En vísperas de la XIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, a celebrar en Estoríl, el titular del cargo que coordina la organización de la comunidad de naciones iberoamericanas, cuenta con una amplia demanda periodística.

De los 22 países de lengua española o portuguesa que componen dicha comunidad, en América y la Península Ibérica, se espera que falten a esta próxima cita, los presidentes de Uruguay y Bolivia, además del descabalgado Zelaya, de Honduras.

Iglesias dio a conocer también, en la primera de esas sesiones, que los países del Cono Sur salen mejor parados de la crisis que las naciones europeas, en buena parte por la intensificación de sus relaciones  con los mercados pujantes de Asia. En términos generales  indicó que ha habido un exceso de optimismo sobre el mercado autorregulado, cuando debe haber mercado pero debe haber Estado.

Preguntado por un supuesto resquebrajamiento de la democracia en el subcontinente, inició su respuesta con una frase que auguraba lo peor para el diálogo periodístico: «Voy a ser discreto». Y prosiguió: «Creo que la democracia se ha fortalecido en los últimos años. Lo importante es mantener la capacidad de diálogo en la diferencia». Luego se autopreguntó, a efectos retóricos: ¿Qué son las izquierdas y que son las derechas, hoy? Para, a continuación, contestarse y contestarnos que cambió la izquierda y cambió la derecha y que existe una tendencia que va hacia el centro. Así como el cambio está claro -piensa el escribidor- la tendencia no lo está tanto.

Opinión sobre Cuba
En Cuba, aseguró que está habiendo cambios importantes y que aumenta la eficiencia. «Soy asturiano de origen -recordó- y, por eso, entiendo bien las relaciones de España con Cuba. Estoy de acuerdo con ellas».

Sobre la conmemoración de los bicentenarios de independencia, que ha empezado y que podrá llegar hasta 2098, diferenció el acercamiento a este tipo de acontecimientos con ánimo de revisión o de diferenciar lo que se ha hecho y  lo que no se ha hecho.

Las fintas diplomáticas de Enrique Iglesias retratan al funcionario internacional que, entre protagonistas de distinto signo, resulta un experto en templar gaitas -asturianas, claro- como clave de permanencia.

Mientras en ese  desayuno fue presentado por el vicepresidente 2º del CIP, Miguel Ángel Sacaluga, en el otro la presentación corrió a cargo del Secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, quién puntualizó que el ponente era español de nacimiento y uruguayo de adopción. De su trayectoria mencionó, entre otros datos, que había sido profesor de Universidad y, durante 17 años, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Enrique Iglesias, desde la tribuna, estuvo esta vez más ágil y didáctico, como si hubiera tenido que superar los efectos del jetlag.

Innovación integral
Explicó cómo la innovación constituirá el tema central en la cumbre de Estoríl. Porque el mundo que vendrá necesita una nueva economía, una nueva arquitectura financiera, un nuevo modelo de negocios, de comercio, de gestión pública… Aparte, por tanto, de la técnica, se requiere una innovación integral, apoyada en el conocimiento.

xix-cumbre-iberoamericana4Manifestó que el papel de Asia en el mercado mundial ha cambiado el panorama. Hay unos países emergentes y el poder económico mundial va a ser compartido. En Asia, sin embargo, a su juicio, existe el peligro de nuevas burbujas.

Dentro del cuadro global, Iglesias ameritó el potencial de recursos naturales con que cuentan los países americanos de habla española o portuguesa.

Aunque en el coloquio no dejó de irse por las ramas, reconoció el interés de su organización por incorporar observadores que se interesan por la región, y citó en concreto a Bélgica.

El corresponsal estadounidense Ramón Darío Molinary le preguntó sobre la posibilidad de  que participara en la cumbre, como observador, Puerto Rico, reconocido como colonia. Y Enrique Iglesias, respondió: «No, no ha habido ningún acercamiento en ese sentido».

A este acto, entre los numerosos asistentes, se sentaron a la misma mesa y como vecinos, Rodrigo Rato y el alcalde Gallardón. Sin efusiones, el segundo se ausentó antes de iniciarse el coloquio y, por ende, antes de que alguien inquiriese sobre la repercusión económica de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro. Iglesias respondió que tendrán un influjo dinamizador. Rato salió antes de terminar el juego de preguntas y respuestas; pero más tarde que el alcalde madrileño. Alguna zanja parece separarlos.