Mi Columna
Eugenio Pordomingo (10/12/2009)eugenio
La diputada Rosa Díez, líder de UPyD, ha estado ayer en el aeropuerto de Lanzarote con Aminatu Haidar. No ha querido hacer de ese viaje relámpago un asunto mediático, tan usual en los políticos. Como en otras ocasiones -hemos sido testigo de ello en manifestaciones de apoyo al pueblo saharaui- ha querido estar al final de la fila: «vosotros sois los protagonistas; yo sólo vengo a apoyar en lo que sepa y pueda», más o menos ha manifestado en algunas de esas ocasiones.

Pues bien, ayer Rosa Díez estuvo con la saharaui Aminatu Haidar. Lo que hablaron es asunto de las dos. Pero nos imaginamos que Rosa Díez le ha pedido por su vida, además de manifestarle su apoyo en sus justas reivindicaciones; y seguro que Haidar le ha hablado de sus amados hijos y de su querida madre, y de El Aaiún…

Allí, en Lanzarote, se encuentra  también nuestro colaborador, Javier Perote, con el que hoy he hablado telefónicamente. He notado a Perote, emocionado, muy emocionado: «Aminatu está muy floja Eugenio; está mal, pero tiene una gran entereza; es una mujer extraordinaria…». La conversación se cortó. La humedad traspasó las ondas y me penetró en el oído y en el alma…

Hoy he repasado el artículo de Rosa Díez en el diario «El Mundo». En uno de sus párrafos dice: «Poco podíamos imaginar entonces que España se iba a convertir en cómplice de los planes de Marruecos para expulsar a Aminatu de su territorio. Poco podíamos imaginar que Moratinos iba a ser protagonista de la rueda de prensa más vergonzosa de su historia, aquella en la que riñe desaforadamente a Aminatu por no aceptar la salida que le ofrece el Gobierno de España e insistir en defender pacíficamente los derechos del pueblo saharaui y el suyo a ser tratada como una ciudadana libre en un país libre y democrático».

Y continúa: «Así hemos llegado al 13 de noviembre de 2009 en que Marruecos decide expulsar a Aminatu Haidar de su territorio y nuestro Gobierno acepta secuestrarla y traerla a la fuerza, sin documentación, con autorización política, a territorio español. Y aquí estamos, sin que al Gobierno se le ocurra otra cosa que buscar el apoyo de los grupos parlamentarios para presionar a Aminatu. Pmanifestacion-de-apoyo-a-aminatu-haidarorque eso es lo que se pretende con esa Proposición No de Ley que nos ha enviado el PSOE: pasar la carga de la prueba a la activista saharaui. Advierto desde ahora mismo: conmigo, que no cuenten«.

La diputada de UPyD se pregunta si esa vulneración de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, «¿no es suficiente para que España suspenda la Cumbre bilateral UE-Marruecos, prevista para el 7 y 8 de marzo en Granada? Ya es hora de que exijamos a nuestro Gobierno que se comporte como el de un país democrático que defiende los Derechos Humanos; de que le digamos que el enemigo no es Aminatu, sino quien ha violado sus derechos».

Hay que hacer hincapié y repetirlo machaconamente -pues la maquinaria mediática del Gobierno de España se encarga de taparlo- que Aminetu Haidar fue obligada a la fuerza a subir en un avión que partía desde El Aaiún a Lanzarote.

Haidar  denunció en la comisaría de Lanzarote lo siguiente: «Llegué el viernes 13 de noviembre a El Aaiún procedente de Gran Canaria. Sabía de los incidentes ocurridos en octubre en Casablanca, donde la policía marroquí detuvo a siete activistas saharauis. Al ver el despliegue policial pendiente de mi llegada, consideré que correría la misma suerte que mis compañeros. Cuando ya estaba en la fila del control policial se dirigió a mí el comisario Falah Mohamed, me pidió la documentación y me pidió que le acompañase».

Los policías marroquíes la sometieron a severos interrogatorios «desde la una de la tarde hasta las tres de la madrugada, bajo presión psicológica constante. Me grababan con tres cámaras de vídeo y me hacían fotografías de forma continuada con flash, a sabiendas de la debilidad ocular que padezco por los cuatro años que pasé en una cárcel marroquí con vendaje en los ojos. Por la noche estuvo presente el procurador del rey (fiscal)».

Al día siguiente -según consta en la denuncia- »

me condujeron a una aeronave, me mostraron un billete y me dijeron que iba a ser trasladada a territorio español. Los policías, de forma jocosa, me decían: ‘¿Dónde vas a vivir más tranquila? Desde allí puedes defender sin problemas tus planteamientos separatistas’. Les pedí que me devolviesen mi pasaporte y mis teléfonos pero me respondieron que estaban ‘depositados’ en el Tribunal de El Aaiún. Me dijeron: ‘No te vamos a detener, te vas a España».
 
Haidar le contó a comandante del avión español que las «autoridades» le habían arrebatado el  pasaporte y que no «quería viajar a España». Haidar le preguntó al comandante «¿Va usted a llevarme en estas  ircunstancias?» (No había documentacespanoles-y-saharauis-protestan-ante-exterioresión de expulsión). El comandante «hizo entonces una llamada telefónica preguntando a su interlocutor si podía llevar a una pasajera sin  asaporte; cuando colgó le dijo a la policía marroquí que no podía llevarme, que la compañía le multaría. Los agentes replicaron que yo tengo residencia en España, el piloto hizo otra llamada y volvió a responder que, sin pasaporte, era imposible. Entonces el comisario provincial, tras una llamada telefónica, dijo al comandante: ‘La tienes que llevar porque el Ministerio de Asuntos Exteriores español está informado y ha dado su conformidad’. El piloto recibió una nueva llamada de teléfono y mientras hablaba me preguntó mi nombre y apellidos para confirmar que eran los que le estaba dando su interlocutor. Tras recibir una última llamada, accedió a las exigencias de los policías y fui presionada para subir al avión».

El secuestro se había consumado…

De nada le valieron a Aminatu Haidar sus quejas ante los funcionarios de policía españoles. Fue obligada a bajar del avión. Marruecos la había expulsado y España -como ella dice- «me secuestra».

«A las doce de la noche de hoy iniciaré una huelga de hambre. Hago responsable a las autoridades españolas de las consecuencias que me pueda acarrear», denunció. Y ahí nos encontramos.

Que quede claro para despistados, iletrados o para los que miran para otro lado: España sigue siendo la potencia colonial administradora; los «Acuerdos de Madrid» son «papel mojado», sin validez jurídica alguna; Marruecos es el país invasor  que viola reiteradamente la política de Derechos Humanos a que está obligado por su acuerdos con la UE; y en El Aaiún tiene Aminatu su hogar.

¿Alguien duda de quién o quiénes han urdido este secuestro?