Mi Columna
Eugenio Pordomingo (14/12/2009)moratinos-y-clinton
Por desgracia, la hora de los oportunistas siempre llega, sobre todo cuando se dan terribles circunstancias como la que vive el pueblo saharaui y, ahora, en concreto, Aminetu Haidar, en huelga de hambre hace casi un mes. Asociaciones, ONGs y personas que -en el asunto del Sáhara Occidental- nos eran desconocidas, han irrumpido con inusitada fuerza.

No es ahora el momento de airear trapos sucios sobre ello, pero si aclarar algunos pormenores. Por ejemplo, una ONG, asociación o fundación, denominada AVAAZ.ORG,  está haciendo llegar de forma masiva correos electrónicos, promocionando su web, y con un titular: «Juntos con Aminatu: ¡Por su Regreso a Casa!», en el que afirma que la activista saharaui se encuentra en huelga de hambre «iniciada a  raíz de su arbitraria expulsión de Marruecos».

Aminetu Haidar no ha sido expulsada de Marruecos, sino de El Aaiún (Sáhara Occidental), territorio que  Marruecos ocupó a la fuerza. Esta aclaración que  nos parece importante,  pues ahí á el meollo de la cuestión, la protesta del pueblo saharaui. Ellos quieren ser independientes y luchan por un Sáhara Libre.

También hay que aclarar que poco podemos esperar de la reunión del ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación de España, Miguel Ángel Moratinos, y de la Secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton.  El primero ha demostrado siempre su posicionamiento  al lado de Marruecos en este conflicto y la segunda, siempre ha defendido  los intereses de Estados Unidos, que permanentemente   demuestra que se colocan al lado de la monarquía alauíta. 

Hillary Clinton afirmó,  con ocasión de la conmemoración del derribo del «Muro de Berlín», que  «no hay muro que no podamos derribar»;  pero resulta que el muro construido por Marruecos, sin protestas de la llamada comunidad internacional, para separar a los saharauis,   tiene más de dos mil kilómetros de «fosos, piedras, alambradas y minas», como afirma Javier Perote en este digital. La Unión Europea guarda silencio, incumpliendo su acuerdo preferencial con Marruecos por el cual éste se compromete a velar por los Derechos Humanos. Y, para colmo, ante la prsente  situación, afirma que es un asunto bilatera.  Francia, como siempre, arrima el ascua a su sardina, y abandona a España. La misma postura adopta Washington.

El catedrático español de Derecho Constitucional  Carlos Ruiz  Miguel  resaltaba  las relaciones, más que amistosas, de Hillary Clinton y Mohamed VI. Cuando la actual Secretaria de Estado  fue nombrada para este cargo, «se tuvo que publicar la relación de donantes a la Fundación Clinton. Entonces se confirmó que entre los generosos donantes de dinero para la misma se encontraba Mohamed VI«.

Moratinos acude  hoy a Washington -de paso huye de la hoguera-  para suplicar  al Imperio que haga algo, aún a sabiendas de que Marruecos ya  ha debido consultar,  para acometer esa tropelía, con Aminetu Haidar. Consciente de ese apoyo, Marruecos amenaza a España con suspender la ayuda contra la droga y el terrorismo: «Queremos enviar un mensaje contundente a España […]: España debe elegir entre convivir con un Marruecos que demuestra su chilaria-clinton-y-mohamed-viapacidad de controlar todo lo que sucede en su territorio y luchar contra las plagas que le han afectado o convivir con una región con peligros que pueden tener consecuencias sobre su porvenir y el de Europa», afirmó Fouad Alí el Himma, ex viceministro de Interior y en la actualidad líder del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), e íntimo amigo del rey alauíta.

Para cerrar la cadena,  de momento, Marruecos moviliza  su «quinta columna» en España. Uuna gran parte de ella vive a expensas de la solidaridad española (centros de acogida de menores, becas de comedor de colegio, ayudas para guardería, viviendas sociales, sanidad, traductores,  etc.), incluída la cristiana Cáritas Diocesanas. La Federación Española de Entidades Religiosas y ATIME (Asociación de Trabajadores Inmigrantes  Marroquíes en España) se ha lanzado a criticar el «chantaje en toda regla a los dos Estados [España y Marruecos] con la única pretensión de marcar una posición política manipulada por terceros», en referencia a Argelia y al Frente Polisario.

Y el Gobierno de España calla, guarda un silencio cobarde.

¿Debemos los españoles soportar esas amenazas marroquíes? ¿Ha valorado Marruecos lo que supondría que España le hiciera llegar los miles de súbditos que se encuentran en cárceles españolas, la mayoría de ellos condenados por tráfico de estupefacientes y un número menor por delitos de terrorismo? ¿Ha valorado Marruecos la posibilidad de que España ponga en marcha el retorno de ilegales? ¿Ha valorado Marruecos la situación de los numerosísimos trabajadores  marroquíes que perciben un sueldo de Ayuntamientos y otras  instituciones españolas a través de generosos acuerdos, por ejemplo, con ATIME?