J.M.G.T. (15/12/2009)ministra-garmendia
Cristina Garmendia, ministra de Ciencia e Innovación, retó en su exposición, dentro del desayuno del Foro España Innova, a que el portavoz del Partido Popular en la materia, que estaba presente, rebatiera que el ministerio de Ciencia y Tecnología del Gobierno Aznar, había tenido un bajísimo nivel de ejecución en la gestión presupuestaria del capítulo de subvenciones, especialmente  durante su primer ejercicio  con autonomía presupuestaria (año 2001).  Ante lo cual, sin embargo, el acto -coloquio incluido- terminaría sin que el directamente afectado sobre el terreno, Gabriel Elorriaga (hijo), pidiera la palabra para aclarar, matizar o desmentir. Tampoco se entiende muy bien por qué el PP encomienda los temas científicos a un letrado del Consejo de Estado que tan buen papel podría hacer en otras lides. Más bien parece una penitencia.

En fin, la ministra había sido presentada por Carlos López Otín, un prestigioso investigador sobre cuestiones oncológicas. Hizo el natural elogio de la ministra, con la que había compartido laboratorio cuando ella preparaba su Tesis doctoral. Allí  recordó también  que comparecía como figura, el premio Nobel Severo Ochoa. Unas pinceladas que quedaban bien; en cambio, no tenía un pase su latiguillo, reiterado varias veces, «aunque ustedes no lo sepan», que precedía a algunas referencias del lenguaje científico. Primero, allí había quienes lo sabían, y, a los demás, no hay por qué restregárselo por los morros a la hora del desayuno.

La ministra se adornó con algunas complacencias como la de que ya somos una potencia científica aunque todavía no una economía innovadora. Al final señalaría que ocupamos el segundo lugar en el mundo en cuanto a inversión para investigación biomédica.

«Nuestros científicos -prometió- tienen mi garantía de que los recursos dedicados a sus proyectos no van a verse afectados en el próximo año, como tampoco se resentirán las becas y contratos de investigación».

En el último Consejo de Ministros de este año anunció que presentará a informe un borrador de la nueva ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. El énfasis que puso en su supuesta importancia no puede entusiasmar después de la gaseosa consistencia del proyecto sobre la denominada Economía Sostenible, pregonada  en su día por el Gobierno como lo más importante de la legislatura.

Recordó la ministra que el Plan E, conocido por su destejer y tejer sobre las aceras, incluyó además 490 millones de euros para la ciencia y la innovación en los ámbitos concretos de la salud y la energía.

Algunas expresiones de la ministra Cristina Garmendia recuerdan el estilo de Zapatero, si bien no tiene el lento  y repetitivo silabeo de quien preside el Gabinete. Por otro lado cabe apuntar que en este desayuno informativo la presencia de representantes de los medios  era menor de la habitual, sobre todo en cuanto a cámaras de TV.