Mi Columna
Eugenio Pordomingo (15/1/2010)
La concentración que estaba convocada paraferran-y-blanco hoy por la mañana ante la puerta del palacio de La Moncloa -sede oficial del gobierno de España-, y en la que iban a participar los sindicatos, ha quedado desconvocada. El motivo ha sido que Air Comet y los representantes legales de los trabajadores han llegado a un acuerdo.

El acuerdo consiste, al parecer, en la aplicación del ERE Expediente de Regulación de Empleo) a los casi 700 empleados de la empresa de aviación. Tras una larga reunión, ayer las partes convocantes han llegado a un acuerdo sobre el ERE que presentó Air Comet el pasado 23 de diciembre.

En el ERE se recoge «la reconversión del expediente de extinción de contratos en un expediente mixto (suspensión y de extensión)», de acuerdo con la información facilitada por el sindicato USO, por ejemplo.

Los términos de ese acuerdo son, a grandes rasgos, los siguientes: Las suspensiones de contratos serán de hasta un máximo de cuatro meses y habrá un máximo de 250 extinciones; La empresa se compromete a presentar la solicitud de concurso antes de l 1 marzo de 2010; Se crea una comisión de seguimiento que supervisará todas las cuestiones relacionadas con el ERE y el proceso concursal; Air Comet asume que todo el resultado económico que en este periodo de 4  meses se pueda obtener de la venta de bienes de empresa irá destinado a abonar los salarios de los trabajadores.

El sindicato CGT achaca estas situaciones a la «ambición desmedida de unos pocos», que vuelve «a trasladar a toda la ciudadanía a un estado de victimas y rehenes de un sistema económico agotado e imposible de reinventarse o regenerarse». Para este sindicato, «la situación de los trabajadores de Air Comet, es el fiel reflejo de la situación de la clase trabajadora en el estado español».

¿Aceptan ahora los trabajadores de Air Comet el ERE que antes consideraban una «tomadura de pelo»?
En diciembre del año pasado, la dirección de Air Comet presentó al comité de empresa el Expediente de Regulación de Empleo que afectaba al total de la plantilla. La empresa seguía vendiendo billetes para volar y los trabajadores seguían sin ver un duro de su salario. Días después, un juez británico inmovilizó a la compañía de Gerardo Díaz Ferrán -algo improbable en estos lares-, debido al impago de una deuda de 17,2 millones de euros. Esta medida obliga a Air Comet a presentar concurso de acreedores (suspensión de pagos o quiebra).

Los trabajadores consideraron la actitud de la compañía como «una tomadura de pelo», pues -según ellos- «hace mucho tiempo que se sabía la situación que atravesaba la aerolínea» y «no se hizo nada».

Por esos días, los medios de comunicación se recrean en mostrarnos escenas de miles de personas -en su mayoría inmigrantes- que no pueden viajar a su país de origen a pasar las vacaciones navideñas.

Un portavoz de los trabajadores afirmó que, «no es normal que el Gobierno no hiciera nada y que saliera el ministro de Fomento, José Blanco, abrazado a Díaz Ferrán hace 15 días en una entrega de premios, mientras los trabajadores de Air Comet protestaban en la calle pasando frío».

A los ttrabajadores-de-air-comet-protestanrabajadores, el ERE propuesto les plantea por entonces serias reservas porque la compañía no tiene ningún tipo de financiación ni remanente -según expresaron-, razón por la que consideran que «la opción más probable es la de acudir a un concurso voluntario de acreedores».

Entre tanto, el ministerio de Fomento fleta varios aviones -con cargo al erario público- para quitarse de en medio los problemas mediáticos que genera tanta crítica.

Lucha en la CEOE
Se diga lo que se diga, la cabeza de Gerardo Díaz Ferrán
está a punto de ser cortada. De momento, los empresarios de la CEOE han hecho un alto en el camino, con la valiosa colaboración del ministro de Fomento, José Blanco. Pero la sucesión empresarial está a la vuelta de la esquina, y varios son los candidatos. Entre ellos destaca el diputado Manuel Pizarro, al que Mariano Rajoy ha dejado aparcado como un coche averiado.  Pizarro es odiado en el sector de las eléctricas, pero tiene apoyos sólidos en la Comunidad de Madrid. Otro candidato es Arturo Fernández, restaurador y presidente de la patronal madrileña CEIM, además de amigo de Juan Carlos, Rey de España.

El «capo» de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán -todo un empresario de pro- hace más de un año nos asombró con aquello de que para hacer frente a la crisis lo había que hacer «un paréntesis en la economía de libre mercado». O lo que es lo mismo, que los beneficios siempre para los mismos, y cuando hay pérdidas, no hay ni tan siquiera que socializarlas, ya que según su  genuina fórmula, las deben pagar los de siempre; o sea, los que no se benefician nunca de las bonanzas.

Menos mal que el Presidente de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Jesús Bárcenas, cargó por entonces contra Díaz Ferrán y contra esa genial idea. Bárcenas llegó a insinuar que Díaz Ferrán utiliza a la CEOE para su propio beneficio empresarial: «Lo que le esté pasando en Marsans es su problema, pero que no mezcle los intereses».

Vamos a esperar a ver en qué queda ese acuerdo entre representantes legales de los trabajadores y los amos de Air Comet, yo no las tengo todas conmigo.