espacioseuropeos.com (2/2/2010)
La semana pasada, el diario estadounidense «Wall Street Journal» informaba que el Pentágono está intensificando las operaciones militares en el Yemen con «un nuevo y considerable despliegue de fuerzas especiales», según recogía la cadena Democracy Now.
La información aportada por el diario estadounidense afirma -en palabras de funcionarios estatales- que el número de «efectivos estadounidenses «aumentará significativamente» en relación con los 200″ militares pertenecientes a cuerpos especiales que, al parecer, se encuentran actualmente en territorio yemení.
La misma fuente informa que «Estados Unidos ha tenido una gran participación en operaciones secretas conjuntas con tropas yemeníes en las que han muerto decenas de personas, incluidos civiles y presuntos líderes de Al Qaeda, en las últimas seis semanas».
Los conflictos en el Yemen dejan, de momento, más de 250.000 personas desplazadas y una crisis humanitaria que no resolverán las tropas estadounidenses. Según ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, últimamente se está produciendo un éxodo de unas mil personas diarias, que huyen de Sa´ ada -zona donde se enfrentan las tropas del Gobierno y las fuerzas Al Houti- en dirección a la provincia de Hajjah, donde la violencia es menor.
Yemen es un país desértico con apenas el 1 por ciento de su territorio irrigable. Con una superficie de 527.968 y una población de 20.727.063 habitantes, Yemen es el país árabe más pobre, con una renta per capita que no supera los 850 dólares., su economía es muy arcaica, aunque dispone de una ganadería aceptable, compuesta en su mayor parte por ovinos. Todo ello, hace de este país pasto de los radicalismos de cualquier tipo y origen. La aparición de petróleo, así como importantes bolsas de gas natural ha devuelto la violencia a esta zona en la que intereses financieros y geopolíticos se entremezclan.