espacioseuropeos.com (15/2/2010)merkel-y-sarkozy
Nicolas Sarkozy y Ángela Merkel han decidido a espaldas de José Luís Rodríguez Zapatero,  presidente de turno de la Unión Europea, apoyar a Grecia para que salga de marasmo que puede causar su bancarrota. Pero, ni Sarkozy ni Merkel están dispuestos a que sus respectivos países paguen las consecuencias de la crisis financiera en la que se encuentra inmersa Grecia.

La semana pasada, Radio Francia Internacional en un artículo titulado  «Respaldo político, sí. Rescate, no», afirmaba que tras una reunión con el presidente francés Nicolas Sarkozy «en la que Ángela Merkel sostuvo que Francia y Alemania no dejarían sola a Grecia», la canciller alemana declaró que «ese país –Grecia– no ha pedido apoyo financiero».

Pero, lo cierto es que Alemania no ve con buenos ojos eso de apoyar financieramente con fondos comunitarios a países que, como Grecia, «no han hecho bien sus deberes». Los «rescates financieros» no parece que estén en la agenda de Merkel, y no solo por lo impopular de la medida.

De acuerdo con un sondeo el 71 por ciento de los alemanes no está de acuerdo con la idea de ayudar financieramente a Grecia.

La situación en la UE no es nada halagüeña y ello provoca disensiones. Nadir quiere poner un euro para sacar de su marasmo financiero a Grecia, pero todos saben que si ese país se convierte en un nuevo Lehman Brothers nacional, ello puede provocar un río de desconfianzas que, lamentablemente, arrastrará a otros países con serios apuros como España y Portugal.

Lo que Grecia ha provocado con esta crisis es muy importante, ya que ha venido a demostrar que el Pacto de Estabilidad es un instrumento ineficaz, así como lo son los controles comunitarios. No es la primera vez que Grecia ha  falseaba sus dato financieros y fiscales a presentar en la UE, en especial los que le permitieron acceder a la moneda única.

Los sucesivos planes de ajustes del gobierno griego -más aparentes que reales- no han servido para mejorar su situación financiera ni para devolverle la confianza de los mercados. De ahí eso de Respaldo político, sí. Rescate, no.