espacioseuropeos.com (8/3/2010)presidente-de-camerun
Tras el ataque a un buque camerunés, de los miembros de la Brigada de Intervención Rápida de la Marina camerunesa (BIR), en territorio ecuatoguineano, las autoridades desmienten que existan malentendidos entre los dos países.

Según el diario camerunés Le Messager, un barco camerunés fue víctima, a mediados de febrero, de un ataque militar ecuatoguineano, un F16 bombardeó el carguero, con el resultado de la muerte de una veintena de personas y numerosos heridos. La causa de este drama: una total incomprensión entre ataques de piratas y la expedición punitiva, que pensó que el barco militar transportaba a las personas responobiang-13sables del primer ataque.

Las autoridades de Camerún y ecuatoguineanas no se han puesto de acuerdo sobre lo ocurrido. Guinea Ecuatorial habla de un ataque de soldados del ejército camerunés descontrolados que quisieron robar un barco de aprovisionamiento de una plataforma petrolera. «Una lancha rápida intentó atacar un navío de reavituallamiento de una plataforma petrolera. Se trataba de soldados cameruneses de la BIR, pero soy consciente de que el gobierno camerunés no está de acuerdo», afirmó a la AFP, Osa Osa Ekoro, portavoz del ministerio de Información del gobierno de Guinea Ecuatorial.

Esta versión ha sido formalmente desmentida por las autoridades camerunesas que han invalidado las informaciones «sobre una pretendida agresión». En efecto, el ministro de Información, Issa Tchiroma Bakari, ha hablado de una «interpretación cuanto menos errónea de un incidente común y banal, ocurrido el 16 de febrero, en el trascurso de una misión en el mar de hombres del batallón de intervención rápida, que se habían perdido por las condiciones atmosféricas particularmente desfavorables».

Según este último, cuatro elementos de la BIR, a bordo de una vedette se encontraron accidentalmente más allá de la frontera marítima entre Camerún y Guinea Ecuatorial y dieron la vuelta por el camino por el que habían llegado cuando fueron advertidos por un navío de que no estaban en territorio marítimo camerunés.

Es difícil, en estas condiciones, hacerse una opinión sobre lo que pasó realmente. Ninguna de las dos partes acusa realmente a la otra. En los comunicados de los gobiernos de los dos países no se hace alusión alguna a este incidente, por lo que no se puede saber con certeza si se trata de un ataque fantasma o una omisión voluntaria de ambos gobiernos.

N. de la R.
Este artículo se publica con la autorización de Bonaberi
, de Camerún, y de FUNSUR (Fundación Sur).