Alejandra Durrell (22/3/2010)jose-bono
La noticia de que José Bono, presidente del Congreso de los Diputados, ha regalado a su hijo de 20 años un piso de 160 metros cuadrados en el madrileño barrio de los Austria (zona carísima) y «que le ha costado un millón de euros», la ha dado hoy el diario La Gaceta que dirige Carlos Dávila.

El mismo diario comenta que aparte del regalo de ese lujoso piso en pleno centro de Madrid, José Bono aparte  de abonar el millón de euros que ha costado -a nosotros nos parece barato para la zona-, el presidente del Congreso va a asumir las reformas que «se están realizando en su interior y que el mismo ex ministro está supervisando».

Como buen católico, aunque se ha visto obligado a votar a favor de la ley que ampara y protege el aborto, Bono ha escogipiso-del-hijo-de-jose-bonodo ese lujoso piso para su vástago con vistas a la Basílica Pontificia de San Miguel y al Palacio Arzobispal de Madrid. Quizás desde la balconada de su nueva propiedad, podrá implorar perdón a Tierno Galván, que fuera su jefe político, por las traiciones que le hizo hasta que se afilió al PSOE.

La Gaceta informa que «el destinatario de este importante regalo es José Bono Rodríguez, de apenas 20 años, y que siendo un amante de los caballos, su padre ya creó la Hípica Almenara en Albacate».

La misma fuente nos aporta algún dato más: «Tras formalizar su compra en diciembre de 2009, ya han comenzado las obras de restauración que previsiblemente concluirán en agosto. La reforma está siendo realizada por tres empresas de Albacete, provincia de la que es natural Bono«.

Bono, tan social él, no podía permitir que los trabajadores se alojaran en pensiones cutres o tuvieran que ir y venir de Toledo a Madrid y viceversa, así que  «por gentileza del presidente del Congreso, se alojan durante su estancia en Madrid en el Hotel Pirámides de Madrid, propiedad de su amigo Rafael Santamaría y cuya estancia asciende a 127 euros la noche, en régimen de desayuno y cena». Todo dentro de la familia nada fuera de ella.

Un par de visitas a la autoridad eclesiástica y todo arreglado: «Además, la furgoneta de la empresa de reformas puede aparcar en esta zona céntrica de Madrid tiene facilidades para aparcar puesto que tiene un permiso de la Basílica Pontíficia para aparcar en un lugar reservado para la Nunciatura».

 Yo, cuando tenga hijos ya se a que se van a dedicar profesionalmente. ¡A la política! ¡Al servicio de los ciudadanos! Actividad muy rentable y lucrativa. Y además comulgaré a diario, aunque por «imperativo legal» luego vote a favor de la ley del aborto.

 N. de la R.
La fotografía del piso de marras es propiedad del diario La Gaceta.