simiescusSimiescus (29/3/ 2010)
Hace unos días, el ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, en su comparecencia ante el Senado, reconoció la «decepción» que sentía el Gobierno de España ante los «actos» que han seguido a los compromisos adquiridos el pasado año por Teodoro Obiang Nguema, presidente de Guinea Ecuatorial.  Moratinos estaba decepcionado, pero a pesar de ello «no tira la toalla».

Ante la tremenda dureza de estas expresiones, mi tribu esperaba que el nuevo embajador español en Malabo le cantase de alguna forma las «cuarenta» -o al menos las «veinte»- a cualquier alto cargo guineano que se encontrase por la calle. Pero hete aquí, que no. Don Manuel Gómez Acebo se fue directo el pasado jueves a incidir diplomáticamente en las relaciones bilaterales. Y lo hizo con la Secretaria de Estadoembajador-espanol para Bibliotecas, Archivos, Museos y Cines, Guillermina Mekuy Mbá Obono.

Guillermina Mekuy Mbá Obono le enseño con toda seguridad sus muchos y buenos libros, maravillosamente encuadernados, a don Manuel 

Gómez Acebo. Lo hizo en su despacho de la Biblioteca Nacional de Guinea Ecuatorial que no nos extraña donase el ¡Gobierno de España!

En la reunión -según el  cronicón del gobierno guineano- trataron asuntos  relacionados con la cooperación; en este caso sobre la necesidad de que España financie, ¡faltaría más, para eso estamos!, una biblioteca nacional, una editorial, un archivo histórico y alguna que otra cosilla más.la reunión -según el  cronicón del gobierno guineano- trataron asuntos  relacionados con la cooperación; en este caso sobre la necesidad de que España financie, ¡faltaría más, para eso estamos!, una biblioteca nacional, una editorial, un archivo histórico y alguna que otra cosilla más.

No tenemos constancia de que en la reunión, el embajador español se interesara por el paradero del teniente coronel Cipriano Nguema Mbá, que ha desaparecido misteriosamente, tras ser secuestrado el 8 de octubre de 2008 en Camerún, y trasladado a Guinea Ecuatorial (Black Beach) por los servicios de seguridad del tirano Obiang Nguema.

Desconocemos, también, si el embajador español, ha preguntado por José Abeso Nsué (alias POPO), militar, que se encontraba en la misma prisión, y que al parecer, supuestamente, recibió un tremendo martillazo en la cabeza…

La sangre de estos guineanos es del mismo color que la de los disidentes cubanos. Al menos eso nos parece a nosotros.