espacioseuropeos.com (30/3/2010)guardia-civil
El pasado Consejo de Ministros, celebrado el 26 de este mes,  ratificó el Convenio del Consejo de Europa para la «protección a los niños contra la explotación y el abuso sexual, y ha dispuesto su remisión a las Cortes Generales«. El mismo consejo ministerial autorizó una «Declaración a formular por España para el caso de que el Convenio sea extendido por el Reino Unido a Gibraltar para dejar clara nuestra posición sobre el estatus del territorio no autónomo de Gibraltar y el carácter local de sus autoridades».

Este Convenio constituye -según la referencia ministerial- «el primer instrumento legal que reconoce como delitos las diversas manifestaciones de abuso sexual contra los niños, incluyendo los abusos cometidos en el entorno familiar o mediando el uso de la fuerza, coerciones y amenazas».

Medidas de formación para educadores, así como ayuda a las víctimas son algunos de los aspectos que se contemplan, sin excluir que determinadas conductas «sean tipificadas como delitos, por ejemplo, el mantener relaciones sexuales con un menor, la prostitución y la pornografía infantiles (…) el empleo  de las nuevas tecnologías para abusar sexualmente de los niños (Internet en particular)».

Afirma la misma nota ministerial que el citado convenio combate «el turismo sexual, asegurando la posibilidad de inculpación por delitos cometidos en el extranjero, y garantiza la protección de los niños durante el proceso en todo lo relacionado con su derecho a la privacidad y el anonimato».

A nosotros, todas estas medidas nos parecen muy bien -aunque sueltan tufo electoral y mediático-, pero lo cierto es que la realidad nos muestra que después del ímprobo trabajo que hacen Guardia Civil y Policía Nacional, vemos como en la mayoría de los casos esos delitos quedan en nada, sobre todo cuando aparecen nombres de «famosos».  

Una gran escandalera mediática se produce cuando aparecen estos casos, pero tras unos días, todo queda en el olvido y los «internautas sexuales», pedófilos, proxenetas y demás quedan en libertad.

Puro espectáculo…