espacioseuropeos.com (3/4/2010)caredral-de-cordoba
«Liberados musulmanes austríacos detenidos por orar en Catedral española»; así titula la agencia AFP la noticia -recogida por varios diarios internacionales- de que los dos musulmanes austríacos detenidos el pasado miércoles por provocar incidentes cuando pretendían orar «según el rito musulmán en la catedral de Córdoba (sur de España) fueron puestos en libertad».

A pesar de que los dos detenidos -por provocar incidentes con agresión- fueron puestos en libertad, sus pasaportes fueron detenidos por orden judicial. Los dos agresores musulmanes han sido acusados de homicidio en grado de tentativa, atentado a la autoridad y contra el sentimiento religioso.

El incidente se produjo cuando un grupo organizado, compuesto por más de un centenar de musulmanes se enfrentó de forma violenta con los guardias de seguridad de la Catedral de Córdoba, cuando éstos les advirtieron que no podían celebrar ritos musulmanes -como pretendían- en dicho recinto.

A pesar de que los musulmanes fueron advertidos de esa prohibición que, asimismo, figura en las rutas turísticas y en la misma catedral, persistieron en su intención de orar. Al ser advertidos de nuevo por los guardias de seguridad respondieron de forma agresiva, llegando a herir a uno de ellos con un arma blanca. La intervención de la policía nacional acabó con el desagradable incidente tras desalojar a los violentos.

Como disculpa por estos actos incívicos, la Juventud Musulmana de Austria (JMA) manifestó ayer viernes en la ciudad de Viena que los jóvenes musulmanes pretendían orar en la Catedral de Córdoba debido a que se sintieron «subyugados por la belleza del lugar».

Todo apunta a que la intención de tratar de orar en la Catedral de Córdoba, así como las circunstancias que se pudieran derivar de este acto estaban perfectamente organizadas.

Por su parte, en un comunicado de prensa, la Junta Islámica (España) lamenta los «enfrentamientos» en la Mezquita-Catedral de Córdoba, a la vez que reitera una vez más su petición de «que se permitiera el uso compartido ecuménico del templo», lo cual según reza en el comunicado hubiera «evitado incidentes como el que se produjo ayer».

Hay que aclarar que, en un principio, no hubo enfrentamientos, sino obstinación y agresividad de los musulmanes austriacos, al tratar de imponer por la fuerza sus intenciones. La normativa que figura en la visita a la Catedral de Córdoba indica bien claro que no se permiten ritos musulmanes.

Ese espíritu de convivencia que pide la Junta Islámica lo podían hacer llegar a las autoridades de Marruecos donde es habitual se expulse a cristianos; o a Egipto, donde no es casual el asesinato de cristianos de rito copto. Asimismo, ese diálogo que solicitan entre las religiones lo podían expresar en el caso de la persistente violación de los derechos humanos en el reino alauita de Marruecos, donde los saharauis sufren todo tipo de agresiones sin que la Junta Islámica los haya denunciado.

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