Mi Columna
Eugenio Pordomingo (18/4/2010)
La ministra de Defensa, Carma Chacón, volará mañana de madrugada, al alba, a Puerto Príncipe (Haití) para conocer de primera mano todos los detalles sobre la muerte de cuatro militares españoles cuando el helicóptero en el que volaban se estrelló cerca de la frontera con la República Dominicana. La ministra de Defensa irá acompañada, entre otras muchas personas, del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez.
El objetivo oficial del viaje es interesarse por las
circunstancias en las que el helicóptero se estrelló en una zona cercana a la frontera con la República ominicana, de difícil acceso, agilizar los trámites para su traslado a España y dar su pésame a los compañeros de los militares fallecidos en acto de servicio.
Los cuatro militares españoles fallecidos, pertenecían a la Agrupación ‘Hispaniola’, han sido identificados, aunque dos de ellos todavía no han podido ser recuperados. Los militares son:
* Luis Fernando Torija Sagospe, comandante del Cuerpo de Intendencia, de 44 años, natural de Madrid, casado y con dos hijos.
* Francisco Forne Calderón, teniente de 
Infantería de Marina, de 37 años, natural de Barcelona, casado y con tres hijos.
* Manuel Dormido Garrosa, alférez de navío, de 35 años, natural de Valencia, casado y con un hijo.
* Eusebio Villatoro Costa, cabo mayor de Infantería de Marina, de 41 años, natural de Cádiz, casado y sin hijos.
La ministra, con su sequito, va a Puerto Príncipe (Haiti) para informarse en directo, in situ, de primera mano, de las circunstancias o causas, por las que cayó el helicóptero Augusta Bell, de la década de los 70, con demasiadas horas de vuelo
.
En el séquito que acompaña a la ministra de Defensa -me imagino-, irá también la prensa amiga, sin cuya inestimable ayuda es más dificultoso trasladar a los bondadosos, atónitos y pasivos ciudadanos las comedidas palabras y lisonjas a nuestros soldados de la señora Chacón. Claro, que mientras se prodiga en felicitaciones a las Fuerzas Armadas, retira tropas y equipos de Ceuta y Melilla, donde cerca, muy cerca, se encuentra nuestro principal enemigo.
A nosotros nos halagaría más, mucho más, que en lugar de tanto viaje, tanto trajín de quitar, ocultar y reubicar estatuas, o cambiar las letras de algunas de las marchas militares, invirtiera en renovar la flota de los vetustos Augusta Bell (helicópteros) y de otros muchos equipos.
En prevención de lo que comienza a escucharse, ya ha salido -recibiendo órdenes, por supuesto- un responsable militar, diciendo que el helicóptero estaba en perfecto estado y había sido revisado oportunamente. ¡Faltaría más!
Pero, me viene a la memoria, la imagen de aquellos otros militares, que en la etapa de gobierno de José María Aznar, no hacían más que copar la televisión diciendo: «confirmamos que Sadam Hussein posee armas de destrucción masiva». Luego se supo lo que se supo.
N. de la R.
Las fotografías son propiedad del ministerio de Defensa.