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José Manuel González Torga (25/6/2010)
¿Ha sido historiada la trayectoria de 3E? Muy escasamente, al menos en trabajos publicados. Sólo se conocen muestras fragmentarias. Borobó, que había publicado en Gaceta de la Prensa Española una crónica sobre la aparición del diario, anunció, muchos años después, cuando pergeñaba un plan de edición de sus papeles, entre una extensa variedad de temas, los que agrupaba como el vicio del Periodismo y, entre ellos, una «Breve historia de 3E». Lo cierto es que ese apartado no llegó a salir, como tampoco otros previstos.

José María Iglesias Romero, después de haber trabajado en 3E, presentó en la Escuela Oficial de Periodismo, en setiembre de 1967, su tesina fin de carrera, bajo el título «La España económica y sus Medios de Información». Dedicó apenas una docena de páginas a 3E. Bajo la dirección, en este caso como profesor, de Mario Rodríguez Aragón, el trabajo presenta escasas aportaciones más allá de dar cumplimiento a un trámite académico que no querrían retrasar para otra convocatoria.

Iglesias Romero recogía la información de que algunos de los bancos que entraron en el accionariado de PEFSA se habían ofrecido, en su día, a financiar por si solos la salida del diario; pero los promotores e inversores particulares no aceptaron la oferta, «posiblemente por tener mayor libertad frente a los bancos». Lograron, eso sí, según su versión, la cooperación de doce entidades bancarias, que hicieron aportaciones mínimas, de 200.000 a 600.000 pesetas aproximadamente por parte de cada una de ellas. «Con esta aportación -añade- consiguen tener asegurada la fidelidad del periódico, sin tener que hacer inversiones publicitarias en el mismo». Eso resultará un verdadero talón de Aquiles del periódico; no sólo por la merma de posible publicidad de los grupos nucleados por los bancos, sino por el relativo interés resultante para procurar la supervivencia de 3E, cuando surgieron problemas.

Críticas a 3E en una publicación ministerial
A José Mª Deleyto de la Rosa, nombrado director ya en vísperas del cierre del periódico, le atribuían algunos compañeros que permanecieron como integrantes de la Redacción hasta el final -no fue mi caso- la paternidad de un artículo que salió en Gaceta de la Prensa, firmado con las iniciales D.R. que, como se ve, respondían a iniciales de sus apellidos, aunque permanecía casi velada la autoría de esas pocas páginas. Lo más curioso es que el texto, titulado «3E dejó de publicarse», disonaba del tono impersonal que solían  tener las colaboraciones en aquella revista, editada por un departamento ministerial.

Vayamos por partes.
El artículo firmado con las iniciales D.R. aporta información trufada de errores, desde el comienzo, al tratar de poner en pié los asistentes al acto inaugural por el número 1 del diario económico y financiero. Luego, su sesgo viene dado por el compromiso con la etapa de dirección de Valentín Gutiérrez Durán.

Atacaba la significación del breve período de interinidad como director de  Mario Rodríguez Aragón: «La labor económica del gobierno español  -acusa- no siempre es enjuiciada con ponderación. El lenguaje de la línea editorial se vuelve, en muchas ocasiones, áspero, dando lugar a dos incidentes muy conocidos. Uno, el chiste de Ángel Menéndez, Kalikatres, sobre los vuelos de Iberia con Portugal, que motivó una querella, por injurias, de la Embajada del país lusitano contra la dirección del periódico y el autor del chiste, aunque la querella, por fortuna, terminase con avenencia; y otro, un editorial, publicado en primera página, notoriamente destacado, atacando a la persona del Ministro de Agricultura, don Adolfo Díaz-Ambrona , por el hecho de haber presentado en las Cortes muy pocos -a juicio del periódico- proyectos de ley en materias de la competencia de su Departamento».

Vamos a ver con algo más de detalle el primero de esos denominados incidentes. En efecto, Alfonso de Palma González, procurador de los tribunales, con poder otorgado a su favor, ante el notario Blas Piñar López, por el entonces embajador de Portugal en España, Luis de Cámara Pinto Coelho, presentó demanda de acto de conciliación ante el Juzgado Municipal. En el apartado 2º de su escrito, manifestaba: << Que debido a las confusas noticias que sobre el asunto del destino de los pasajeros a Lisboa de «Iberia», publicaba la Prensa, se le ocurrió a don Ángel Menéndez hacer el dibujo a que se hace referencia, procurando plasmar en el mismo la caricatura de la faz del Excmo. Sr. Presidente del Consejo de Ministros de Portugal, Doctor don Antonio de Oliveira Salazar, la que, completada con el dibujo del cerdo, constituía una injuria, tanto para dicho señor, como también para el pueblo portugués, simbolizado en dicho cerdo, y además, contra el municipio de Lisboa al calificarlo de «cochiquera», ya que el aeropuerto a que se hace referencia se encuentra enclavado dentro de la demarcación territorial de aquél>>.

A continuación exigía «que se retracten públicamente, don Ángel Menéndez como autor y don Mario Rodríguez como Director del periódico 3E, de lo que han manifestado a través de dicho dibujo y texto, pidiendo perdón por dicho acto, y que, en lo menester están dispuestos a reparar todo el daño causado».

En el acto de conciliación, tanto Kalikatrkalikatres1es como Rodríguez Aragón negaron que hubieran tenido intención de injuriar y el segundo expresó, además, que no había lugar a la petición de perdón requerida por no haber existido ánimo de ofensa.

Como hombres buenos, según la jerga procesal, participamos el consejero-delegado de PEFSA, Tomás Romojaro, y el redactor-jefe del diario, que ahora rememora, en unos cuantos trancos, pasajes de la vida y milagros de aquel semi-olvidado periódico.

«Avenencia entre la Embajada de Portugal y 3E» fue el título de la crónica de tribunales insertada en el propio periódico. Finalizaba dando a conocer que «el abogado del demandante acepta las explicaciones. Por lo que el acto de conciliación terminó con avenencia entre las partes. Estuvieron presentes en el acto don Luis Benítez de Lugo, marqués de la Florida; periodistas; y público en general». Suscribe el cronista Antonio R. Domínguez, seudónimo de José Martín Morales.

En cuanto al otro asunto, igualmente calificado de incidente conocido por entonces, no ya el reducido número de proyectos de ley -sólo tres- sino su alcance, se evalúan por sí mismos. En cuanto al ataque, evidentemente queda claro en el propio editorial, no atañe «a la persona» como tal sino al ministro de Agricultura, cargo desempeñado en el Gobierno de aquel tiempo por el abogado del Estado, Adolfo Díaz Ambrona, propietario agrícola en Extremadura; a las cacerías que organizaba asistía a veces el presidente de la República de Portugal, Américo Thomaz.

Novais y un artículo en México
El texto, dudosamente  prohijado con las iniciales D. R., incluía este pasaje: «Por esta época apareció en un periódico mejicano, un artículo contra la decisión de la Empresa de 3E de nombrar nuevo director, atribuyendo esta decisión a maquinaciones subterráneas del Ministerio de Información, artículo que, de forma anónima, fue repartido profusamente en Madrid, en reproducción fotográfica, tanto a profesionales del Periodismo como a altos cargos de la Administración del Estado».

Sobre ese artículo, que no vi publicado -no circularía tan profusamente – sí puedo aportar alguna cosa que nunca ha sido publicada hasta ahora, que yo sepa. Se trataba de una crónica que el por entonces corresponsal en Madrid de Le Monde, José Antonio Novais, remitió a un periódico de México, en el cual colaboraba. Según me dijo, la firmaba con el seudónimo Alejandro Miquis. Era el nombre de un personaje de novela galdosiano, que ya había sido tomado como heterónimo por el periodista, escritor y médico, Anastasio Anselmo González y Fernández. Novais pretendía con ello despertar especulaciones sobre la autoría, en instancias oficiales y oficiosas, a la vez que dar alguna continuidad a aquel colega republicano que había muerto el 24 de mayo de 1937.

Aquel mismo artículo de D. R. contiene, al tratar de cambios internos, lo siguiente: «Mario Rodríguez Aragón y José Manuel González Torga, ambos con categoría de Redactores-Jefes, son trasladados, en principio, a Bilbao y a Sevilla. Este traslado no llega a tener realidad física, por no haberse llegado por la Empresa, a configurar la nueva estructuración  de las Redacciones de Bilbao y Sevilla».

D. R. recaía  así en más tergiversaciones. La verdad es que aquellos nombramientos, que en realidad eran para Valencia y Sevilla, no pasaban de significar una ficción, en espera de posibles renuncias ante unos desplazamientos no deseados. Como contestamos aceptando, a condición de que fueran cumplidas las condiciones exigibles, no volvieron a insistir sobre tales destinos, de pura pega.

La realidad era la falta de sintonía con Gutiérrez Durán, tanto en criterios ideológicos como en los puramente periodísticos. Aquel nuevo director propicia otra iniciativa común aplicada a  los dos redactores-jefes, que D. R. versiona a su manera: «…la Empresa les abre expediente disciplinario que, a la hora de suspender 3E su publicación, no se había resuelto, aunque sí había sido nombrado juez instructor y tomadas declaraciones a partes y testigos». El ejecutor de esa pieza  ligera tocaba de oído y desafinaba. 3E suspendió su publicación, como ya quedó reseñado, el 18 de julio de 1967, y el 9 de junio anterior, quien ahora historia, ya tenía por escrito la oferta de acuerdo, por parte del administrador del diario, Rafael García Rubio, que incluía dos mensualidades, la extra de julio y la parte proporcional por vacaciones, correspondiente a seis meses. A esa altura, cerramos el acuerdo.

marques-de-la-floridaContra-informe sobre la seudo-crisis
Cuando la empresa tramita el expediente de rigor para dar estado oficial al cierre del periódico, una comisión de empleados del mismo -del departamento de Administración, según creo- presenta, en el Sindicato Provincial de Prensa, Radio, Televisión y Publicidad, una especie de contra-informe, bajo el título «La seudo-crisis del diario3E«.

De ese escrito, la reproducción textual de los párrafos que siguen arroja luz sobre puntos concretos:

«La decisión de suspender la publicación del diario 3E fue comunicada a su personal el pasado 18 de julio, a mitad de su jornada laboral, con la inesperado orden de que suspendieran su trabajo porque el periódico del día siguiente ya no iba a salir a la calle. El día 24 del mismo mes, PEFSA presentó a la Delegación de Trabajo un expediente de crisis solicitando el cese de su plantilla y basando la crisis en dificultades financieras. El día 21 la empresa había comunicado al Instituto Nacional de Previsión que se diera de baja en la cotización de Seguros Sociales a todo su personal, no esperando para tomar esta determinación al resultado del expediente de crisis, como está dispuesto».

«PEFSA, al iniciar la publicación de 3E, tenía que tener plena seguridad de que, con 12.300.000 pesetas, que es el capital invertido, el diario no podía subsistir largo tiempo. Prueba de ello es que, desde primeros del año en curso, todos los Consejeros han estado manifestando que se iba a efectuar una ampliación de capital, cifrada en casi el 200% del capital social. Concretamente se cifraba esa ampliación en 20.000.000 de pesetas. Ampliación ésta con la que todos estaban de acuerdo, e incluso fijadas las cantidades que cada uno iba a suscribir; y se da la circunstancia de que la Junta General Extraordinaria para llevar a cabo la citada ampliación estaba convocada para el día 24 de julio, el mismo día que se presenta oficialmente el expediente de crisis».

«3E ha podido estar diariamente en la calle durante veinte meses, a pesar de su escaso capital, financiado por el factor trabajo, puesto que, por si mismo, ha producido en este tiempo cerca de 30.000.000 de pesetas. Llevando a cabo una reorganización administrativa seria, basada en los puntos que estudiaron en su día, con el Presidente del Consejo de Administración, el Consejero-delegado y el Consejero-secretario, el Administrador y el Director de Publicidad, el periódico, con lo que produce, podría nivelar su cuenta de ingresos y pagos. De estos hechos podemos sacar la conclusión de que  la seudo-crisis que la empresa presenta era conocida de todos sus consejeros, ya que pensaban efectuar una ampliación de capital, que tenían preparada, y a la que de pronto, renunciaron, y que la plantilla del periódico ha sido engañada, ya que, aparte de no haberle sido satisfechos sus salarios del mes de julio, se pretende dejarlos en la calle».

«También puede resultar revelador para ver lo ficticio del fondo de esta crisis, el hacer constar que en el pasado mes de febrero hubo un comprador de parte de las acciones del periódico, y que entonces estaba dispuesto a quedarse  incluso con todo; pero la sociedad salió al retracto del paquete de acciones que había comprado para entrar en ella y no le dieron acceso».

Desconozco la identidad de ese comprador frustrado por la acción de retracto. Sí supe, en cambio, de movimientos para lo que constituyó un mero tanteo, que queda en anécdota, por parte de alguien que en aquellos momentos era un joven perito industrial, desconocido fuera de su círculo próximo y que, con el tiempo, resultaría un personaje con incidencias rocambolescas: Francisco Paesa, el redivivo fuguista internacional. Nos lo había presentado Antonio Rodríguez-Polo, colaborador del diario económico por haber publicado una serie sobre el cooperativismo en España. La pretensión de Paesa no fue más allá de algunas conversaciones, ya que no contaba con medios propios suficientes y simplemente trataba de buscar algún caballo blanco que pusiera el dinero necesario, para lo cual, dicho sea de paso, no le faltaban dotes persuasorias, como se vería posteriormente por sus más notorias andanzas.

En vísperas de que 3E desapareciera, la revista SP (edición europea), en su número 355, dedicaba una página a informar sobre la situación que atravesaba el colega diario especializado. <<El primer director -rememoraba- José Ramón Aparicio (funcionario de Información y Turismo), hizo falta -algunos dicen que inesperadamente- en el Campo de Gibraltar. Y se fue. 3E siguió la línea polémica de manos del director en funciones, Mario Rodríguez de (sic) Aragón. Contra lo que se pensaba, Rodríguez de Aragón no fue confirmado en la dirección a los dos meses de plazo que la ley marca para estos efectos. Las polémicas sobre las relaciones comerciales con la RAU y Cuba, la política de importaciones de hoja de lata, las exportaciones de aceite, las relaciones entre «Iberia» y la TAP -Transportes Aéreos Portugueses – y otras muchas, dieron fama y afianzamiento a 3E como empresa periodística >>.

Comentario en SP
«El 22 de noviembre del año pasado -seguía la narración informativa de SP- marcó el comienzo de una etapa totalmente diferente a la anterior. Valentín Gutiérrez Durán, antiguo subdirector general de Prensa, cuando Arias Salgado era ministro de Información, llegó a la dirección [del diario]. El periódico iba a tomar una orientación nueva. Los lectores notaron este cambio en tres puntos sobre todo: la línea ideológica y editorial era casi oficial, mucho más de acuerdo con la Administración; la información se extendía a otros campos no económicos; y las noticias eran dadas a veces con sensible retraso sobre los demás medios informativos, aún no especializados en el tema. 3E pasó al anonimato en poco tiempo. Parece ser que la tirada se redujo sensiblemente, la publicidad conoció un mal momento y la lista de suscriptores atravesó días de muchas bajas».

Columna en Abc
Cuando ya, de hecho, queda cortada la publicación de 3E, la noticia aparece publicada en diferentes periódicos españoles.

En Abc puede leerse en la página que abre su sección de información económica, una columna firmada por Gulliver (seudónimo de Nemesio Fernández-Cuesta Illana) y dedicada al asunto. Comenta: «¿Qué ha fallado en 3E? ¿No hay mercado en España para una publicación diaria dedicada específicamente a los temas económicos? Éste es el aspecto que interesa profundizar. En una etapa de la vida de nuestro país en que la evolución económica se ha precipitado a gran velocidad, y la opinión pública es más receptiva para esta clase de informaciones, el hecho es que las publicaciones económicas  se ven y se las desean para alcanzar ese nivtorgael mínimo de prosperidad que requiere toda empresa. Nos preocupamos mucho de lo que se escribe, pero leemos muy poco. Nuestros hombres de negocio y nuestros capitanes de empresa pretenden unas buenas relaciones públicas, pero apenas se molestan en cultivarlas. Confían en que han de crecer silvestres y después se molestan si las informaciones o las noticias no coinciden exactamente con sus intereses….No es posible descender al caso concreto y, por tanto, cualquier diagnóstico carece de sentido, pero es sintomático señalar la falta de aparente viabilidad de este 3E -que ayer nos dijo adiós no sabemos si temporal o definitivamente – justo cuando la economía constituye uno de los grandes temas nacionales…».

La Delegación Provincial de Trabajo de Madrid sólo autorizó a la empresa Publicaciones de Economía y Finanzas S.A. la supresión de actividades del diario 3E por seis meses. En la realidad, el periódico no reapareció nunca.

Con la perspectiva que da el tiempo, 3E representó un hito precursor para historiar correctamente la posterior sucesión de diarios españoles de la especialidad económica y financiera. En su estela, nacería, en marzo de 1978, 5Días. Su presidente del Consejo de Administración era José Pérez Sánchez (José Pérez de Azor, en 3E), bajo otro de sus heterónimos –José Pérez-Guerra– quien, en DIESA, aglutinó a un grupo de periodistas como titulares de dicha empresa editorial y miembros del equipo redaccional. El descalabro final de 3E no había hecho desistir, a uno de los periodistas que vivió su trayectoria, de la posibilidad de creer en un nuevo proyecto. Tanto como para encabezarlo, portando el fuego sagrado que, efectivamente, prendería.

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